El astuto señor Wolf. El Lobo de Caperucita, y el "Lobo" de Lewis Hamilton.
"Así que me abandonas, abandonas al equipo que te ha dado más éxitos que a ningún otro piloto de la historia de la Fórmula 1. Y nos abandonas por otro. ¡Te vas a enterar, Luisito!"
Orden a George Russell del gran capo de Mercedes:
-Lucha limpia con tu compañero.
O lo que es exactamente lo mismo:
Si intenta pasarte déjale vía libre.
George Russell obedece, porque él va a seguir en el equipo y el capo es mucho capo y nunca la ha temblado la mano a la hora de cortar testículos.
Así que George Russell, sin defenderse ni un poquito, deja pasar a Lewis Hamilton en la última curva de la última carrera en la que va a pilotar un Mercedes, y a continuación Lewis Hamilton, después de caer en la trampa y celebrarlo un segundito, se derrumba, se pone a llorar como un niño, se arrepiente casi hasta de haber nacido. ¿Cómo he podido hacer esto? Jamás tendré un equipo como este.
Llora tanto que ni siquiera es capaz de acudir a la rueda de prensa. Llora tanto que se ahoga en sí mismo y desaparece.
Y al mismo tiempo, exactamente al mismo tiempo, en las pantallas de los televisores de todo el mundo:
¡Toto Wolf!
Nariz alta, gesto de ganador, tranquilísimo. Dejando claro quién es el amo, el puto amo de la escudería Mercedes, Gran Reina del Gran Circo.
Bravo Toto, nuestra admiración. Y un abracito de consolación para el hombre que más carreras ha ganado en la historia de la Fórmula 1. Llora tranquilo, querido Luisito. Aún dejándote pasar en la última carrera tu compañero de equipo, el que se queda en Mercedes, la escudería de los ganadores, te saca 22 puntitos.
Has perdido.
Tigre Tigre