Puede parecer un exceso de optimismo, pero yo me lo imagino perfectamente, e igual de perfectamente posible, me parece.
Carlos Sainz es un piloto asombroso, y no solo porque tengan un enorme talento sino, sobre todo, por cómo lo cultiva. No en vano es piloto desde niño, e hijo de piloto.
Aunque esto último no garantiza nada, por supuesto. Carlos Sainz podría ser hijo de piloto y no esforzarse tanto, porque al cabo ya ha conseguido muchísimo, e incluso sin conseguir nada, ya siendo hijo de quien es habría tenido la vida resuelta.
Pero... Pero lo recuerdo, pienso en ello muchas veces, aquel año en el que quedó en el campeonato mundial como EL PRIMERO DEL RESTO. Detrás de los Mercedes de Hamilton y Bottas, y de los dos Red Bull, Max y Checo. Pero el siguiente, el primero, y me atrevo a decir que hasta vencedor moral, fue Carlos Sainz. El primero de los mortales. Por delante de Norris, y por delante también de Charles Lecler
Y al verle desembarcar en Williams y que ya en los test haya sido capaz de rodar más rápido que Colapinto y Albon, hace que a cualquiera se le dispare la imaginación y la cabeza.
¿Acaso no hemos visto esta temporada al McLaren convertirse en un coche superior a todos los demás? ¿Por qué no podría conseguir lo mismo Williams en la temporada 2025? Y hablo de la temporada 2025 porque no me apetece esperar tanto, y especular sólo a partir de 2026.
Creo que es posible que el Williams se convierta en un maquinón y que con Carlos Sainz al volante consiga un Campeonato Mundial de Fórmula 1.
Firmemente lo creo, y por eso aquí lo he dejado escrito.
Tigre Tigre