En el deporte siempre hay partidos, carreras, combates, que crean afición. En el caso del deporte del motor la aparición de la lluvia vuelve imprevisibles los resultados finales y los nervios se disparan y los accidentes se suceden.
Alex Márquez, alias Márquez el Joven, hasta ahora líder del mundial, pierde el control de su moto nada menos que dos veces y después de la segunda ya no puede siquiera seguir corriendo.
Marquez el Viejo tira de veteranía e inteligencia, y aunque queda segundo después del primer piloto francés que consigue ganar en la historia el Gran Premio de Francia de motociclismo, Johan Zarco, suma 20 puntos y recupera el liderazgo del Mundial. 171 puntos contra los 149 de su hermano. 22 puntos de diferencia entre los hermanos.
A destacar también la carrera de dos pilotos que, sin ser hermanos si son ambos murcianos. Paco Acosta, el debutante del año pasado, y Fermín Aldeguer, el ruki de este año, que consigue su segundo podium de la temporada.
Una carrera emocionantísima, en la que destaca la estrategia del piloto francés que, a pesar de los cambios meteorológicos, no cambia de moto en ningún momento y eso le lleva a la victoria final.
Pero por supuesto nuestro aplauso más cerrado va para Marc Márquez, inteligentísimo, midiendo, y no arriesgando en ningún momento más de lo imprescindible para mantener su segundo puesto y recuperando el liderazgo del Mundial. Y otro aplauso, por supuesto, para Fermín, el joven murciano que aún tiene la posibilidad de convertirse en el piloto más joven de la historia en ganar un Gran Premio.
Tigre Tigre