Alcaraz al borde del abismo

20 de Junio de 2025
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Alcaraz

"Esto está chupao", dice Cienosos antes de que comencemos a ver juntos el partido, grabado, en la pantalla gigante del Ring, nuestro hobar predilecto (lo de hobar no es ningún error de escritura).

Y sí, tenía que estar chupao. Jaime Munar es el cincuenta y nueve del mundo. Y es español. En los últimos tres años el único tenista español que había logrado derrotar a Carlos Alcaraz fue Rafa Nadal, pero....
Pero no habíamos mirado las estadísticas más atrás. En dos mil veintiuno hubo otro tenista español que le derrotó. 

En efecto, apreciado lector, lo has adivinado. 
Fue exactamente el tipo en el que estás pensando: Munar. Cierto que se habían batido dos veces más y había ganado sin problemas el Mito del Palmar. Pero...

Pero Carlos, Carlitos, Charlie, llevaba ya 14 partidos seguidos ganando. Su récord. La tercera vez que llegaba a catorce partidos seguidos ganando. Nunca lo había superado. 

Así que Jaime Munar se creció y creyó en sí mismo. Y el Alcaraz que tenía enfrente no era el Alcaraz que derrotó a Jannik Sinner en Roland Garros.
Estaba cansado. Levemente cansado. Y el rival no le parecía peligroso y por lo tanto tampoco estaba despierto al cien por cien ni dando lo mejor de sí mismo en todo momento. De un modo u otro acabaría ganándolo....
Pero casi no. 
Resultaba sorprendente ver a Super Carlos bailando al borde del abismo, perdiendo el segundo set después de haber tenido dos bolas de partido. Yendo en la primera mitad del tercer set a remolque de su compatriota y rival...

Casi se cae del todo al abismo, el gran don Carlitos. Lo evitó a base de trabajo y profesionalidad.

Y se ha apuntado un nuevo récord: quince partidos seguidos sin perder ninguno. Y otro: ya lleva catorce partidos seguidos ganando a los tenistas de su propia patria. 

Su siguiente rival será Arthur Rinderknech, de quien nada sabemos, y no lo vamos a buscar en Internet. 

Más bien se nos ocurre una pregunta un poco extraña y estratégica: ¿Habría sido más práctico que Alcaraz perdiese el partido contra Munar para llegar más descansado a Wimbledon? 
Quizá, pero es evidente que no quiere que pase. Está manteniendo un duelo con Jannik Sinner, y el récord del número de victorias seguidas también lo quiere para su salón de trofeos estadísticos particular. 

Toca sufrir, toca luchar. Lo hará. El niño que se comía en los bocadillos con una mano y jugaba al tenis con la otra está en un momento absolutamente estelar. 

Algo que no puede decirse de su archirrival, Jannik Sinner, que ha sido hoy implacablemente derrotado por Bublik en la hierba de Le Halle.

Tigre Tigre

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