Ya ha empezado Cincinnati. Es un Masters 1000, pero no tiene mayor importancia. Todas las estrellas del firmamento de la raqueta están pensando única y exclusivamente en el US Open.
Hasta me atrevo a sospechar que Davidovich, cuando vio que su primer partido se complicaba, simplemente lo dejó correr porque era mejor llegar lo más descansado posible para el Grand Slam americano.
Incluso he llegado a pensar, tengo una mente siempre inquieta a la que le gusta sopesar todo tipo de posibilidades, que la bajada de rendimiento de Carlos Alcaraz en el segundo set en su primer partido en Cincinnati estaba inspirada en una posible fuga inmediata del torneo, en la línea de Djokovic, quien directamente se lo ha saltado y va a jugar el US Open utilizando como calentamiento las primeras rondas del torneo.
"Thor" Alcaraz empezó el partido usando su poderoso martillo de Dios del trueno, pero en el segundo set se fue por completo.
En verdad podía permitírselo: ganó con autoridad y sin demasiado esfuerzo el tercero.
El match lo comentaba el gran Carretero, que siempre dice cosas interesantes, que al parecer no se le ocurren a nadie más, y su mejor pareja de baile: Mielgo.
Siempre agradezco cuando los escucho a los dos juntos.
Cincinnati no ha hecho más que empezar y -voy a repetir para acabar este artículo exactamente lo que he dicho al principio-,
es un Masters 1000, pero no tiene mayor importancia porque todas las estrellas del firmamento de la raqueta están pensando única y exclusivamente en el US Open.
Tigre Tigre