Entre la iluminación azul y excesivamente dramática, en la estela de Netflix, Amazon o Twitch, y la goma de color indefinido tirando a morado, o rosa, que lleva en la nariz Carlos Alcaraz para que le entre más aire, da la sensación de que estamos asistiendo a un partido de tenis en Gotham City, y que tanto Bruce Wayne como el Joker pueden estar entre el público, observando cuánto sucede y vigilándose mutuamente.
Alcaraz le busca las cosquillas a Rublev desde el primer momento, pero el ruso hace lo mismo con él. En los primeros compases a ambos les cuesta mantener su servicio, hasta que Don Carlitos se sale con la suya y le rompe a su rival el servicio no una sola vez sino dos consecutivas.
Es suyo el primer set. Alcaraz no está derrochando energía, no parece una pila atómica inagotable como tantas veces, y sigue siendo raro verle con eso en la nariz. Pero aún así. Continúa llegando a donde para un ser humano normal sería imposible llegar y conectando golpes que parecen apoyarse en la pura magia. Se está esforzando y jugando muy bien. Es lo lógico y natural. Si pierde contra Rublev ya sabe que puede despedirse de las Finals ATP de Turín.
En el segundo set llegan los dos tenistas igualados a cuatro en el noveno juego. Sirve Alcaraz y gana, apenas hay margen ya para evitar el tie break. Alcaraz no logra doblegar a Rublev en la primera oportunidad; ya solo queda la segunda. Tampoco, Rublev gana su último turno de saque en el set con un juego en blanco.
Tie break.
Mini break de El chico del Palmar en el segundo saque del turno de Rublev.
Parece que ya lo tiene... pero comete una doble falta cuando está a punto de sentenciar. Siempre es difícil terminar. Bola de set para Rublev contra el servicio de Alcaraz.
Iguales a seis. Aquí aún puede pasar cualquier cosa, señoras y señores. Falla Alcaraz cuando tiene a su rival vendido en el 7-7. Inquietud en el banco del español. Salva Alcaraz la segunda bola de set.
Ahora la oportunidad es para él contra el servicio de Rublev. Y sí.
Esta vez sí. Hoy sí. Bravo don Carlos. Gracias por la alegría que nos das a todos los que te seguimos viéndote así.
Tigre Tigre