En el primer set tiene nada menos que cinco oportunidades de break para romperle el servicio a su oponente, el noruego Casper Ruud. No aprovecha ni una sola y pierde el set por seis juegos a uno.
En el segundo set por fin corona una de las oportunidades de ruptura contra el servicio de su rival y se pone por delante. Y cuando ya parece que tiene ganado el set empieza a fallarlo todo y Ruud se recupera, y le guala y le adelanta; sin aparente esfuerzo.
Porque todo el esfuerzo lo hace Alcaraz, ese Alcaraz oscuro que odia aburrirse jugando al tenis y contra Ruud se ha estado aburriendo.
Por supuesto el Alcaraz que ha levantado el trofeo de Roland Garros y de Wimbledon dos veces aparece en muchas ocasiones y hay puntos espléndidos. Pero hay muchos más fallos que puntos de gran maestro.
Dado el sistema de liguilla que impera en las ATP Finals de Turín aún podría Alcaraz clasificarse para las semifinales del torneo. Si no se aburre, si no deja que al Spider-Man luminoso se lo coma el Spider-Man negro.
Tigre Tigre