Sebastian Korda es un jugador de tenis magnífico, un deportista de cualidades excepcionales, una persona acostumbrada a ser el mejor en todo lo que intenta. A lo largo de su vida siempre ha acabado siendo el más fuerte, el número 1 de todos los mundos que ha ido atravesando.
Por eso el jueves 31 de mayo no puede creerse lo que le está pasando en su partido contra Carlos Alcaraz en Roland Garros.
Korda está jugando como un ángel, pero Alcaraz está jugando con la alegría del diablo.
Al principio del partido el Mago ? del Palmar parecía un poco incómodo: sudaba demasiado, se sentía perezoso. ¿Para que tengo yo que jugar con este tío?
Ya en el primer juego del primer set Carlos Alcaraz le había roto el servicio a su rival: Sebastian Korda.
Pero Sebastian Korda es un súper campeón e inmediatamente después consigue darle la vuelta a la tortilla y romperle el servicio a Alcaraz. El set está más o menos igualado. Hasta que le toca servir a Korda para ponerse 5-4.
Y Alcaraz no le deja. No le deja en absoluto.
-5-4 me voy a poner yo.
Y a partir de ahí el gran deportista norteamericano, millonario de familia, nacido para ganar, va sintiendo como la tierra se abre bajo sus pies, se ve obligado a aceptar que es imposible contener al tipo que tiene enfrente cuando está inspirado y con ganas.
Es imposible, en verdad, superar a Carlos Alcaraz cuando está inspirado y con ganas. Quizá cuando tiene enfrente a otro grande…
Iba a escribir: "otro grande como él", pero la grandeza de Alcaraz no es comparable, es única, le pertenece solo a él.
Hemos tenido que esperar un montón de torneos para verle regresar con lo mejor de su alegría, inspiración e ingenio.
Ya está Alcaraz en Roland Garros; pisando fuerte. Demostrando que digan lo que digan los agoreros él no es, ni lo será nunca, Flor de un día.
Bravo, Carlos. Mago del Palmar, y hasta Mago de Sangonera la Verde (si algún día sucede que llegamos a charlar ya te lo explico;).
Tigre Tigre