En los últimos días he visto perder partidos, y quedar eliminados, apartados por la lucha del título en Doha o Río de Janeiro, a jugadores deslumbrantes, los más deslumbrantes, los que hemos citado en el título.
Y en todos los casos han perdido contra jugadores muy inferiores a ellos, quienes luego a su vez han sido derrotados por otros tenistas de nivel medio.
Tengo la sensación de que en verdad no les importa a los más grandes verse apartados, apeados, de torneos pequeños. Es más, y esto es lo más importante, lo agradecen. Se cansan menos.
La ATP obliga a todos, también a sus superestrellas, a participar en un mínimo de torneos. Un mínimo que en verdad es un exceso y suelen acabar, los más grandes, que son los que juegan más partidos porque tienen que llegar hasta la final, agotados al final de la temporada; y así la ha pasado ya varias veces a Carlitos Alcaraz desde que está en lo más alto del tenis mundial.
En Doha, Carlos Alcaraz no dejó de jugar bien en ningún momento, pero en verdad en verdad os digo, queridos lectores, que si hubiese tenido al mismo rival enfrente en Wimbledon o en Roland Garros no habría modo de que el Mito del Palmar hubiera perdido el partido.
Y lo mismo pienso de Djokovic o Sverev, aunque a este último se le apareció como un espectro enfrente un Comesaña que era todo magia y movimiento. Fue maravilloso verle hacer morder el polvo, el polvo rojizo de Río de Janeiro, al tenista alemán de nombre ruso.
Pero pero para mí es evidente, como ya he dicho, que cuando pierden... todos felices y contentos y yéndose a descansar. Djokovic, el grandísimo, es un auténtico experto en este juego.
Los ATP 250 y los 500 tienen gran encanto para jugadores como mi muy querido amigo Alejandro Davidovich, que todavía no tiene ninguno en su currículo. Pero para los más grandes: Alcaraz, Djokovic, Sverev o Medvedev, el interés es muy relativo.
En particular el tenis en pista rápida desgasta demasiado a los jugadores y en mi opinión hasta es menos tenis. Pero ya escribiré sobre eso en otro momento porque
desde esta sección -Break Point en Diario16+- opinamos que el tenis verdadero es el que se juega sobre tierra o sobre hierba: el tenis creado en la vieja Europa, cuna de un deporte que en la actualidad ha pervertido hasta niveles terroríficos la obsesión por el negocio y el exceso de dinero.
Tigre Tigre