Podría suceder que no, pero evidentemente lo que ha planeado la organización de Los Seis Reyes del Slam en Arabia Saudí es que se enfrente Nadal contra Djokovic en un duelo final so pretexto de la lucha por el tercer puesto de un torneo de exhibición que es muchísimo más que un torneo de exhibición.
Lo previsible es que Alcaraz gane a Nadal y Sinner gane a Djokovic.
Y si eso es así el partido por el tercer y el cuarto puesto del millonario torneo auspiciado por los árabes para mayor gloria de su causa y forma de ver la vida colocará a Rafael Nadal frente a Novak Djokovic, uno enfrente del otro, por ultimísima vez.
La brutal cantidad final del premio, seis millones de dólares, mil millones de las antiguas pesetas como nos gusta decir a los nostálgicos de una España independiente y con moneda propia, hace casi imposible que ningún jugador vaya a permitirse el gesto de dejar ganar al más viejo como homenaje y muestra de respeto. Quizá Carlos Alcaraz tenga la tentación de ser "Carlitos" por última vez y dejar a don Rafael ganarle, pero yo creo que no lo hará... Y no sólo por el dinero; aunque también.
La extraña iluminación, extraña para el mundo del tenis, de la pista, está consiguiendo que los encuentros parezcan películas o videojuegos.
El mundo mira. El dinero habla. Los mejores jugadores del mundo están en la pista y hay uno que ya se está despidiendo y otro al que tampoco le queda demasiado por bailar. Espectáculo y nostalgia.
Será bonito verles jugar.
Tigre Tigre