La cabeza manda. La cabeza, que lo es todo. También en el deporte. En el tenis ya es bien sabido. Como cuando el jugador de moda, el gran Carlos Alcaraz, el Mito del Palmar, se va a "otro sitio" y pierde un partido contra un jugador mediocre.
La cabeza puede desentonizarse incluso por ecos en apariencia lejanos:
Rafa Nadal anuncia su retirada definitiva y a continuación Novak Djokovic le iguala en número de derrotas en partidos de Master 1000.
Si Djokovic hubiera ganado en Shanghái habría llegado a sumar 100 torneos, a sólo tres de Federer y nueve del hoy exceptuagenario Jimmy Connors. Y también habría igualado en números de partidos ganados en torneos de Master 1000 a Rafael Nadal... Si hubiera ganado. Pero a Djokovic le ha derrotado en la final de Shanghái limpiamente Jannik Sinner: el actual número 1 mundial sin discusión.
A Djokovic, inevitablemente, le pesa "la enfermedad del tiempo"; como le pesa a Nadal. Y al reconocer ese pesño de modo definitivo Nadal inevitablemente algo habrá sentido Novak Djokovic por dentro.
"Cuando veas las barbas de tu vecino rapar por las tuyas a remojar".
Su némesis, su gran rival, dice adiós para siempre a la competición.
Si hubiese ganado hoy Djokovic habría igualado el número de victorias en partidos de master 1000 a Rafa Nadal; y si perdía, le igualaba en el número de derrotas: noventa. En el número de victorias en Master Mil por lo tanto sigue estando por delante Rafael Nadal, con 410.
Igualados en número de derrotas. Una época acaba y otra empieza. Jannik Sinner ha estado magnífico. Aunque hemos echado de menos que Carlos Alcaraz no llegase a jugar contra él en Shanghái.
Estamos deseando volver a verlos, al número 1 y al número 2 del mundo, frente a frente. Y mejor aún si fuese en un partido a cinco sets. Porque es en los partidos a cinco sets donde el tenis es en verdad gran épica.
Añadir el aplauso aparte que merecen Los Narradores del partido en Movistar +: Carretero y Mielgo. Ante ellos me dejo las rayas, pero me quito el sombrero.
Tigre Tigre