Después del partido de dobles junto a Alcaraz y la alegría que desprendía el gran Rafa parecía posible soñar que le veríamos igual de desenfadado, tranquilo y alegre en su partido individual de primera ronda en los juegos Olímpicos 2024.
Pero no, ha necesitado tres sets y una buena dosis de esfuerzo.
En su línea de guerrero inasequible al desaliento, en su maestría de ser capaz de extraer ánimo del desaliento y fuerza de la flaqueza.
Llamar al fisio. Que le vendaran un dedo. Recuperar el aliento.
Si decide seguir jugando se enfrentará con el más largo y encarnizado de sus rivales el próximo martes en las pistas de tierra de París donde el gran tenista español ha brillado más que ningún otro tenista de la historia.
Nadal contra Djokovic. Palabras mayores.
Sombras. Luces. Aguas subterráneas y sol y nubes en el cielo.
Djokovic contra Nadal
Ninguno está en su mejor y más pleno momento. Pero suceda lo que suceda en el duelo, si se celebra, por supuesto todos querremos verlo.
Tigre Tigre