Hace más de dos años que Rafa Nadal no ganaba cuatro partidos seguidos. Y hasta el torneo de Bastad se le veía -en su vuelta a las pistas- con más buena voluntad que energía, pero en Suecia hemos visto a un Nadal superior y diferente.
En cuartos de final se demostró a sí mismo, y demostró al mundo, que seguía siendo el mismo Rafael Nadal, inasequible al desaliento, capaz de aguantar cuanto sufrimiento fuera necesario. Y sobre todo demostrando que juega al tenis como un ángel y un diablo al mismo tiempo.
Tenía enfrente a Navoni, un hombre de 23 años al que la vida la había dado la oportunidad de enfrentarse con Nadal, el mítico Nadal, y que estaba dispuesto a vencerlo a cualquier precio.
Pero no había precio posible que Navoni pudiera pagar para derrotar a Rafa en los cuartos de final de Bastad.
Cuatro horas. Partido inmenso.
Y la semifinal, al día siguiente, tampoco iba a ser exactamente fácil. Empezó perdiendo tres cero contra un tipo que tiene un apellido muy parecido al de su rival más recalcitrante: Audjovic (que no, no es primo de Nole). El manacorí remontó 3-0 y se puso por delante en el marcador; y a punto estuvo de ganar el set. Pero no.
El croata (que no es primo de Djokovic) en absoluto se agigantó, subió su nivel y consiguió hacerse con la primera manga.
Pero Nadal se hizo con la segunda, y aunque al final de la tercera su rival se vino arriba no consiguió volar lo suficientemente alto y acabó mordiendo el polvo de Bastad.
Nadal en modo milagro, hemos titulado este artículo. Porque parece un milagro que vuelva a estar tan fuerte y tan en forma.
Aunque como somos escritores no hemos podido evitar pensar que Nadal de algún modo ha favorecido que los partidos fueran tan largos para utilizarlos como entrenamiento. Es solo un pensamiento nuestro, pero sería bonito, y quizá hasta sea cierto: Nadal ha jugado en bastad para entrenarse de cara a los Juegos Olímpicos.
Y si gana a Borges en la final además del magnífico entrenamiento se llevará 300.000 bonitos euros.
Un aplauso incondicional y encendido para el Gran Maestro.
Tigre Tigre