Era un partido de cuartos de final pero realmente estábamos ante la final, la Gran Final del US Open. ¡Manda cocidos!
Que la verdadera final se adelante a los cuartos es un fracaso para un Grand Slam y para cualquier torneo.
El partido entre Sinner y Medvedev fue magnífico, como era de imaginar. Y también era de imaginar que lo ganaría Sinner, que va enfilado a por su segundo Grand Slam del año a pesar de que si no se hubiera hecho una excepción con él por lo del dopaje ahora no debería poder estar jugando.
Pero la realidad es la realidad y los jueces y dueños de los negocios, como como pasa con la FIA en la Fórmula 1, manejan a su antojo.
Sinner no ha sido suspendido, y va a enfrentarse en cuartos de final a Draper, 25 cabeza de serie del torneo. Y cuando le gane se enfrentará o a Tiafoe o a Taylor Fritz. 20 y 12 respectivamente cabezas de serie.
Ay. Cuantísimo se echa de menos a Alcaraz. Debería estar ahí. Y también Djokovic. Y si estuviesen tendríamos dos semifinales apasionantes, y no un simple paseo triunfal para Jannik Sinner, qué es lo que normalmente y salvo alguna rareza o milagro, acabará sucediendo.
Charly, Novak, la afición os está echando en este Grand Slam infinitamente de menos.
Tigre Tigre