Lo van a vender de mil maneras distintas, de hecho ya lo están intentando justificar los bocabajo del nacionalmadridismo, pero la única realidad es que el Real Madrid se encamina hacia la Sociedad Anónima Deportiva, tal y como se ha contado en Diario 16+ Mediterráneo durante estos años, por la negligente gestión de su presidente, Florentino Pérez. Si en el control de los medios de comunicación ha triunfado, teniendo a todos los grandes medios vendidos a sus deseos —a Clece también le ha costado unos millones en publicidad—, en lo puramente económico ha sido un fracaso.
La megalomanía del señor de Pío XII es tal que ha llevado a su club a no tener otra que recurrir a la conversión en SAD. El estadio Bernabéu ha sido la última gota que ha llenado al club de deudas. Tras más de 1.500 millones gastados, cuando afirmó que solo serían 700, ahora se encuentra con que todo el dinero que pensaba generar con la utilización no deportiva se le ha caído como una castillo de naipes. Los inversores-socios, todos extranjeros, no entienden de cuestiones menores de política municipal, están a lo que están a sacar réditos económicos y Florentino no se los puede ofrecer. Así que aprietan las clavijas para recuperar su inversión en esas “palancas florentinianas”.
La única salida es transformar la deuda en acciones y a ello se va a prestar el “ser superior”, si a ello se le suma que las secciones deportivas, que no son el primer equipo de fútbol, son deficitarias (pese al engaño de colar la publicidad del equipo masculino en el femenino), la tragedia está servida. Cuentan los aduladores que las acciones pasarán completamente a manos de los socios. Claro y la masa del madridismo, acostumbrada al pienso, se lo traga. Si el club tuviese una valoración de 5.000 millones, supondría un incremento patrimonial de cada socio, el cual se vería aumentado en 25.000 euros a pagar en Hacienda. Además, esa estupidez de que no se podrían vender las acciones es completamente contraria al derecho, ese mismo derecho al que recurrió FloPer para su Superliga: el libre comercio.
Queda el paso del 51% de las acciones a una Fundación y el resto a vender, pero ¿quién manda en la Fundación si los socios ya no existirían sino que serían abonados o cotizantes? Todo esto suponiendo que se modificase la legislación española sobre sociedades anónimas deportivas y pensando que, en realidad, lo que se pretende es pagar la enorme deuda generada por las aspiraciones totalitarias del señor de Pío XII. 130 millones de prima para la tortuga más 60 kilos al año. Sueldos que no se ofrecen ni en la Premier —el once titular del equipo blanco estaría entre los 20 mejores pagados de la liga inglesa—. Y todo ello con solo los ingresos publicitarios que generan tres o cuatro jugadores. Normal que defienda al balón de playa, porque necesita las perras.
Cuando se produzca la conversión se sabrá la ruina económica que tiene el equipo, cerca de 5000 millones de deuda de distinto tipo, y también que el Real Madrid dejará de ser de sus socios. Algo que tampoco es que ahora lo sea pues solo los millonarios tienen capacidad de hacerse con la presidencia y no Manolo el cansino del bar Castillo de Valverde del Camino. También se evitarán Florentino y sus compinches jugarse su propio patrimonio, el cual ahora está como aval de la deuda y la quiebra económica. Una megalomanía con la que han tragado la mayoría de socios, deslumbrados por palabras sin soporte económico real, y que han dejado al equipo sin posibilidad de cubrir las necesidades del equipo. ¿Por qué creen que buscan jugadores libres? Porque no hay dinero para pagar traspasos ya. A disfrutar lo votado.