Los bancos, sobre todo los sistémicos globales, no son asociaciones de caridad ni, por supuesto, trabajan para el bien común. Sólo se mueven por los beneficios que puedan conseguir con sus operaciones. Eso se pudo comprobar en las semanas previas a la resolución de Banco Popular y su venta por un euro al Santander.
Dos de las entidades financieras más importante del mundo, Deutsche Bank y Barclays Bank, desistieron de hacerse con el contrato licitado por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) para el asesoramiento financiero de la resolución de Banco Popular, un contrato que se hizo oficial el 30 de mayo de 2017, es decir, una semana antes de la intervención.
Durante ese mes, tanto el banco alemán como el británico habían mantenido contactos con Banco Popular, en concreto, con Miguel Escrig, tal y como reflejan los correos publicados por Diario16 en los que se negociaba con intensidad una operación de ampliación de capital.
Proceso de contratación del FROB
Diario16 ha tenido acceso al acta de la reunión de la Comisión Rectora del FROB celebrada el 30 de mayo de 2017. En ella, además de tratar los asuntos relacionados con la situación del Popular, se presentan dos propuestas de adjudicación de contrato. En primer lugar, para el servicio de asesoramiento jurídico, que lo ganó la firma Baker & McEnzie, la misma que defiende a Emilio Saracho en el proceso penal en la Audiencia Nacional. En segundo término, para el asesoramiento en la preparación y ejecución de la resolución del Popular.
Según indica el documento, el director de Administración y Control del FROB expuso el proceso de selección del contrato. En concreto, se seleccionaron a cinco las empresas para participar en el procedimiento: Barclays Bank, Bank of America Merrill Lynch, Deutsche Bank, Société Générale y Jefferies lnternational.
Como se puede comprobar, se trata de corporaciones de absoluto prestigio dentro del sector financiero. Todas ellas tuvieron que firmar un acuerdo de confidencialidad y se les solicitó que manifestaran la existencia de conflicto de interés con el Popular.
Deutsche Bank y Barclays creían en Banco Popular
Fue ahí cuando se produjo las primeras renuncias, puesto que tanto Bank of America como Deutsche Bank manifestaron la existencia de dichos conflictos. Respecto a Barclays, desistió de la participación en el proceso de licitación. No manifestó conflicto de interés. Finalmente, el único que presentó oferta fue Jefferis lnternational y quien se llevó el contrato.
El conflicto de Deutsche Bank, al conocer la entidad a la que se pretendía llevar a un proceso de resolución, era evidente, puesto que estaban negociando la ampliación de capital. En otro orden, Barclays también estaba en la misma situación y por eso desistió de seguir en el proceso.
Lo que queda claro es que dos grandes bancos sistémicos globales creyeron en Banco Popular, lo que no hicieron ni el Gobierno del PP, ni los organismos económicos españoles y europeos. En realidad, éstos si creían en el Popular, pero con como un banco con capacidad para seguir operando, sino como la entidad que serviría de elemento fundamental para el rescate encubierto al Santander.
Tanto Deutsche Bank como Barclays presentaron sus propuestas para la ampliación de capital conociendo que unos días después el Popular iba a ser resuelto. Aún así siguieron creyendo en el potencial del banco y continuaron preparando sus respectivas ofertas. Esto, evidentemente, es la mejor muestra que, al contrario de lo que afirman las autoridades europeas y españolas, Banco Popular disponía de soluciones privadas para no haber sido resuelto.
Saracho rechazó las propuestas
Sin embargo, ambas propuestas fueron rechazadas por Emilio Saracho y la resolución siguió adelante a pesar de todo. Cientos de miles de familias fueron arruinadas para que el Santander pudiera hacerse con el negocio principal, los activos y el capital del Banco Popular que, como hemos publicado en Diario16, le eran fundamentales para salvar la situación crítica en la que se encontraba en 2017.
Como han afirmado tanto el Estado español como los organismos europeos ante el Tribunal General de la Unión Europea, los derechos fundamentales pueden ser violadossi de este modo se salva el sistema financiero. Sólo queda que la Justicia sea justa y se le devuelva a los afectados lo que se les arrebató con premeditación, nocturnidad y alevosía la madrugada del 7 de junio de 2017 y menos mal que el contencioso está en manos de la Justicia de la UE, porque en España… el poder del Santander ya se habría impuesto sobre la razón.