Afectados del Popular: «Ayer cumplí 82 años, ¿me dará tiempo a recuperar mis ahorros?»
05
de Octubre
de
2019
Actualizado
el
02
de julio
de
2024
Guardar
Emilio Saracho ha sido el primero de los imputados en el Caso Popular en declarar en la Audiencia Nacional y los afectados han reaccionado poniéndose en contacto con Diario16. Como ya hemos hecho en diferentes ocasiones, nuestros lectores tienen el derecho a conocer lo que sienten o lo que piensan estas personas a las que una operación diabólica les dejó sin su dinero. Es importante dejar claro el hecho que las 305.000 familias arruinadas no son especuladores sino trabajadores, pensionistas, autónomos, pequeños y medianos empresarios e, incluso, parados.Son muchos de los 1,2 millones de ciudadanos y ciudadanas que fueron afectados por el Caso Popular son personas mayores y son innumerables las comunicaciones que recibimos en las que estas personas tienen la incertidumbre de que no puedan ver la solución a este asunto. Uno de ellos era muy claro: «Ayer cumplí 82 años, ¿me dará tiempo a recuperar mis ahorros y dejárselos a mis hijos?». Estas personas, además de sufrimiento que están viviendo por haber perdido el dinero ganado durante toda una vida de trabajo, tienen la incertidumbre de saber si lo recuperarán en vida.Uno de los puntos en los que se centró el interrogatorio del juez Calama Teixeira o del fiscal Antonio Romeral fue en las filtraciones a la prensa. A esta respecto uno de los afectados afirmaba que «horas antes de la publicación del Confidencial de que Popular estaba quebrado dieron instrucciones a sus oficinas para avisar de lo que se y evitar litigios futuros. La filtración al Confidencial salió de la dirección de Popular del que usted [por Saracho] era presidente y se trasmitió a las oficinas como parte de la estrategia pactada con el receptor final del proyecto que a estas alturas todos sabemos su nombre. En España con un negocio prácticamente doméstico muy pocas empresas son capaces de generar 1000 millones de beneficio anual en un escenario tan complicado para la banca. Entiendo que es un caso muy complejo, pero hay muchas evidencias. Hágase justicia».Uno de los hechos que más ha chocado ha sido la ausencia de documentación con la que Saracho se presentó ante el juez. A este respecto, uno de los afectados que se puso en contacto con Diario16 dijo lo siguiente: «A todo esto no he visto en ningún medio que Saracho haya aportado prueba documental alguna de todo lo que ha declarado. Si es así, ¿qué valor tienen sus palabras?».La gestión de Saracho también ha generado reacciones entre los afectados. Uno de ellos, haciendo un ejercicio de hemeroteca, nos comunicaba lo siguiente con una enorme carga de ironía: «no deja de resultar extraordinariamente curioso que Saracho dijera que «él no venía al Banco a gestionar, ni sabía tampoco, que para eso estaban los anteriores», y que «no tenía ni idea de cómo se gestionaba ese Banco». Luego Saracho se «metió» todo el Banco en la cabeza en apenas dos meses: quiero decir que, enseguida, «revisó» toda la contabilidad del Banco cuantificando los importes correctos de las provisiones, dando lugar así a la famosa re expresión de las cuentas. Rápidamente se dio cuenta de que el precio de la acción no se correspondía con la realidad porque estaba muy alta y había que bajarla. También comprobó inmediatamente que el patrimonio neto de 11.000 millones de euros que lucía en balance no era más que un amaño contable y que en realidad el Popular no era más que un cascarón vacío que tenía más púas que una ferretería. En fin, que a pesar de no tener ni idea de gestionar el Banco, Saracho ha resultado ser un lince para desvelar y asimilar en su cabeza la verdadera realidad del Popular. «Un desastre», según sus propias palabras». La carga de ironía de este mensaje es muy alta pero refleja una realidad y una incoherencia: un banquero de inversión que no sabía de banca comercial sólo podía tener un fin como el que tuvo.Otro aspecto que, desde que Diario16 lleva informando sobre el Caso Popular, choca a los afectados es la ausencia de noticias en la televisión, ni siquiera cuando este medio ha publicado documentación que demuestran que todo estaba dentro del escenario organizado en la operación diabólica. Uno de los afectados afirmaba que «todas las televisiones al servicio de la Botín, ni una sola noticia de la manifestación». Otro hacía hincapié en uno de los grandes lastres que tienen muchos medios por tener al Santander como uno de sus principales accionistas o como uno de los anunciantes a los que más facturan: «La ley del silencio impuesta por la Botín impera en este país. Ni un canal de televisión, ni público ni privado, se ha hecho eco de la cita judicial de Saracho en la Audiencia Nacional que es un hecho que debería avergonzar a estos medios».
Lo + leído