Australia marca el camino a Sánchez para terminar con la "dictadura" de Google y proteger la libertad de prensa

28 de Septiembre de 2021
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Google se ha convertido en un verdadero monopolio en la gestión de la publicidad, algo que afecta a todos los medios de comunicación del mundo. El buscador es el más utilizado en el planeta y sus reglas de posicionamiento son las que marcan, en muchos casos, el trabajo de los periodistas y la rentabilidad de un medio. El famoso algoritmo o los robots de Google pueden decidir en un momento determinado si un medio de comunicación sobrevive o se le da preponderancia.

Existen muchas sospechas y algunas certezas de que los medios incómodos al sistema, los que no se someten al dictado de los grandes anunciantes y revelan informaciones claramente contrarias a los intereses de las grandes multinacionales, son duramente penalizados porque se convierten en víctimas del famoso algoritmo que coloca en la tercera o cuarta página del buscador, donde nadie suele llegar, verdaderas exclusivas.

Esta posición dominante también afecta a los ingresos publicitarios de los medios. Todos los lectores habrán visto en los diarios digitales cómo hay espacios de publicidad marcados en la esquina superior derecha con una marca azul. Esos anuncios los gestiona Google a través de su herramienta Google Ads. Dependiendo de las ignotas instrucciones que da el algoritmo, el valor de esa publicidad será uno u otro, puesto que los medios facturan en función de variables (CPM o CPC).

Ante esta situación, muchos países se están rebelando y Australia ha dado un paso más para terminar con la dictadura de Google, un camino que España, en concreto, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, deben seguir. Tal y como publicamos en Diario16, Italia y Francia ya han aplicado importantes multas a la multinacional norteamericana por, precisamente, el abuso de posición en la gestión de la publicidad en los medios digitales. En España, como siempre, parece que estamos a verlas venir.

La Comisión de Competencia y Consumo de Australia (ACCC) reclamó a su Gobierno, a través de un informe publicado ayer, la concesión nuevos poderes para poder atajar de manera adecuada la posición dominante que tiene Google en el mercado de la publicidad digital en el país, según se desprende de un informe publicado por el regulador este martes.

El informe llega a la conclusión de que la posición de Google implica preocupaciones para la competencia "significativas" que pueden estar dañando a los editores de medios, a los anunciantes y, en última instancia, a los consumidores.

Según el documento, Google tiene una posición dominante en segmentos clave de la cadena de suministros de tecnología publicitaria. Esto provoca que el 90% de las impresiones de anuncios que se comercializan a través de la cadena de suministro han pasado, al menos, por un servicio de Google.

La ACCC ha explicado que esta "dominancia" de la empresa tecnológica se apoya en su acceso a datos de consumidores y a su integración con otros servicios. El regulador australiano, además, no duda en señalar que las compras de Youtube (2006), DoubleClick (2007) y AdMob (2009) han ayudado a afianzar aún más esa posición de liderazgo.

La Comisión ha argumentado que una legislación específica para un sector económico concreto, como la que propone, "no es algo nuevo". Para ello, ha puesto de ejemplo al sector de las telecomunicaciones, que tiene reglas específicas para atajar problemas de competencia y de transparencia que no tienen otros ámbitos.

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