Durante el interrogatorio a Ana Patricia Botín en la Audiencia Nacional hubo muchos aspectos que dejaron preguntas sin resolver o que cernieron un tamiz de sospecha sobre lo acontecido en las dos semanas previas a la resolución del Banco Popular.
Una de ellas, que sería la demostración de la presunta existencia de información privilegiada, fue la fecha en la que la presidenta del Santander tuvo conocimiento de que el Popular iba a ser resuelto y que, por tanto, se abría el escenario aprobado por el Consejo de Administración del banco cántabro en el Proyecto Neptuno. En concreto, la señora Botín afirmó en la Audiencia Nacional que fue informada el 3 de junio de 2017.
En principio, en esa fecha, ella se encontraba en la localidad de Chantilly, estado de Virginia a pocos kilómetros de Washington, en el lujoso hotel Westfields Marriott. Ahí estaban también Albert Rivera y Luis de Guindos.
Ese día, a las 9 de la mañana, hora de España (3 AM en la Costa Este de Estados Unidos), se celebró la reunión en la que el FROB, la JUR y Emilio Saracho, entre otros, aprobaron la resolución del Banco Popular. No se puede olvidar, por otro lado, que el entonces presidente de la sexta entidad española estaba asesorado por Uría y Menéndez, el bufete de cabecera del Santander.
Hasta el día 4 de junio de 2017 el FROB, a través de su asesor externo, Arcano y Jefferies, no envió las cartas a las cinco principales entidades financieras españolas anunciándoles la resolución del Popular y solicitándoles una respuesta sobre si iban a entrar o no en un proceso de subasta para adquirir al banco.
Ana Patricia Botín, según ha indicado ella misma, recibió la información 24 horas antes que su propia entidad. Ahí está lo grave de la afirmación de la presidenta del Santander, puesto que, hasta el momento en que el FROB remitió esas cartas, la información sobre la resolución del Popular era absolutamente reservada y no podía ser conocida más que por los asistentes a la reunión y custodiada por la JUR y por la Autoridad Nacional de Resolución, es decir, el FROB.
En consecuencia, la propia presidenta del Santander ha podido reconocer ante el juez Calama Teixeira que tuvo acceso a información privilegiada antes que el resto de competidores.
La segunda cuestión que surge es: ¿quién filtró esa información a Ana Patricia Botín? ¿Le llegó de alguno de los presentes en la reunión del Club Bilderberg? Si así fuera, el asunto sería aún más grave, puesto que supondría que demasiada gente conocía una información ignota para el propio Consejo de Administración del Popular. ¿Fueron el FROB, la JUR, Saracho o De Guindos quienes le pudieron facilitar una información altamente reservada y confidencial?