El interrogatorio a Luis de Guindos se ha caracterizado por seguir las líneas maestras de la investigación de Diario16 y el exministro, según fuentes consultadas, se ha mostrado muy esquivo, falto de confianza e incómodo. Tal vez, el actual vicepresidente del Banco Central Europeo pensaba que iba a tener una declaración en la que se pasara de lado por los puntos clave del Caso Popular. Sin embargo, tanto el juez como los letrados de las defensas y la acusación han realizado un interrogatorio en el que le han colocado en una situación muy complicada para intentar tapar su connivencia en la operación.
Esta intensidad se ha demostrado cuando se ha hecho referencia al papel jugado por el Santander. Luis de Guindos ha afirmado que habló con Ana Patricia Botín, quien le indicó que se iban a retirar del proceso de compra del Popular porque el banco tenía un patrimonio neto negativo.
Estas palabras se contradicen con otra parte de la declaración del vicepresidente del BCE, dado que, tal y como han preguntado tanto el fiscal como las acusaciones, era muy incongruente que una entidad con un patrimonio negativo pudiera acceder a una línea de liquidez de emergencia de 9.500 millones de euros, como se le concedió, puesto que para ello es necesaria la presentación de colaterales y garantías. Ante esta pregunta, un De Guindos acorralado, se ha fajado con evasivas y reafirmando la solvencia del Popular cuando fue resuelto.
A estas respuestas, el juez Calama se ha dirigido a De Guindos haciéndole ver que ya nadie dudaba de la solvencia de la entidad. El exministro ha vuelto con evasivas y ha planteado que, tal vez, el Santander le estuviera planteando un plazo medio o largo, «una foto de futuro», ha dicho.
Sorprende, además, que Ana Patricia Botín le dijera eso cuando el Consejo de Administración Santander había aprobado el día 23 de mayo de 2017 la compra del Popular en un escenario de intervención y por un precio máximo de 200 millones de euros.
Respecto a si tenía conocimiento de la operación, De Guindos ha afirmado que él estaba informado de la evolución de los bancos y, en concreto, se ha querido excusar diciendo que de la resolución del Popular se enteró a través de Jaime Ponce y del FROB «cuando la decisión ya estaba tomada». Esta afirmación es muy grave, puesto que es absolutamente descabellado pensar que de un hecho como la resolución de un banco sistémico no estuvieran informadas ni la CNMV, ni el Banco de España, ni el propio ministro. ¿Acaso De Guindos ha pretendido hacer ver que todo se hizo a sus espaldas?
Por otro lado, si la información recibida de Ponce se produjo tras la reunión del día 3 de junio de 2017, entonces aumentan las sospechas sobre la posible utilización de información privilegiada para que el primer día laborable se produjeran las salidas de depósitos de los organismos e instituciones públicas.
Tal y como hemos informado en Diario16, el juez Calama ha insistido mucho sobre la falta de transparencia del informe de Deloitte y de todo el proceso de resolución por parte de la JUR. En concreto, el magistrado cuestionó a De Guindos sobre la razón por la que no se publicó la valoración positiva de 2000 millones. Ante una pregunta tan clara, según informan las mismas fuentes, De Guindos ha vuelto a responder con evasivas y presentándose como un paladín de la defensa de la transparencia.
Respecto al proceso de sucesión, del que De Guindos ha sido señalado por los exconsejeros como responsable de la elección de Emilio Saracho como sustituto de Ángel Ron, el exministro ha reconocido que mantuvo dos reuniones con Antonio del Valle y con Ron. En uno de esos encuentros, el exconsejero mexicano le manifestó su plan para cambiar al presidente, ante lo que, según De Guindos, no dio ningún tipo de opinión.