Antonio del Valle, inversor mexicano y responsable de, entreotras cosas, la llegada de Emilio Saracho a la presidencia del Popular y lasalida de Ángel Ron con la intención de hacerse con el control de la entidad,ha presentado un escrito, al que ha tenido acceso Diario16, ante la AudienciaNacional en la que solicita la utilización de una serie de documentos clave queestán incluidos en la causa penal que está instruyendo el juez Calama Teixeira.Esta documentación es tan concreta que va orientada, principalmente, ademostrar que todo el proceso de resolución y venta del Popular estabaorganizado mucho antes de que la entidad fuera resuelta.
Tal y como publicó Diario16, entre los documentos solicitadospor Antonio del Valle se encuentran las actas de las reuniones de Saracho conla Junta de Supervisión del BCE (donde ya dejó claro en el mes de marzo que suintención era vender o llevar a resolución al banco. Esta documentación, sobrela que ya se posicionaron los peritos del Banco de España, es clave para losafectados, puesto que es una prueba muy clara de que la operación estabaorganizada de antemano.
Una vez tomado el poder, gracias a las maniobras,precisamente, de Antonio del Valle y Reyes Calderón, Emilio Saracho demostrótener su propia agenda que se salía de la ortodoxia exigida para la gestión deun banco comercial.
El informe pericial del Banco de España describe la visitade Saracho en marzo de 2017 para hablar con el equipo de supervisión del BancoCentral Europeo (JST): «Para finalizar comentamos la estrategia comunicada porD. Emilio Saracho en la reunión con los coordinadores el JST (BCE/BdE) el 15de marzo de 2017 donde les indica que hay un cambio en la estrategia delbanco, que afecta a tres aspectos muy relevantes:
- » El primero es elnombramiento de un nuevo CEO y la sucesión de D. Pedro Larena por desacuerdos,manifestando que no confía en el CEO y los ejecutivos del banco.
- » El segundo se refiere alas alternativas estratégicas del banco, incluso en el supuesto de queconsiguiese realizar con éxito las desinversiones en Wizink, Totalbank y otras,el banco rompería el requerimiento de capital en enero de 2018 por lo que lasalternativas son: una operación corporativa, una ampliación de capital que nove posible y la resolución. Sobre la resolución dice que iría en contra de laeconomía española y europea por lo que el Banco y los reguladores deberíanestar preparados para tratar esta situación aprendiendo de lo realizado en elcaso de los bancos italianos. Ante esta manifestación el JSTC le explicó a D.Emilio Saracho los condicionantes previos para una resolución.
- » Y el último lugar, elabandono de Sunrise que D. Emilio Saracho no veía posible».
Por increíble que parezca, Saracho acudió a ver a lossupervisores con el ánimo de asustar, como ya había comunicado que haría aalgunos directivos del Banco, pero parece que no logró el objetivo.
El contenido de la cita de los inspectores no tienedesperdicio y destapa las arteras artes de Saracho. Así, varias semanas antesde comunicarlo al mercado, advirtió del cese de Pedro Larena, que creía en elfuturo del Banco Popular, algo que a Saracho le molestaba enormemente.
Pero lo más grave es que tres meses antes de que el Populardesapareciese en una crisis de liquidez sin precedentes, ya anticipó que elbanco podría ser resuelto. No había antecedente alguno de utilización de unmecanismo de resolución, pensado para entidades insolventes, no para entidadescon problemas de liquidez. Saracho sabía que el Popular era solvente, aunquetorturase los números o la voluntad de los directivos, a los que advirtió que ibaa someter a una «ingeniería inversa», que no suena muy bien como modelo degestión de equipos directivos.
Recordemos que el informe pericial del Banco de Españacertifica que el Popular era solvente en el momento de su intervención, con unpatrimonio neto de 11.000 millones de euros, con una capacidad de generarbeneficios operativos recurrentes de más de 1.150 millones de euros al año, conuna situación de liquidez desahogada al finalizar el primer trimestre de 2017 yque hubiera cumplido con el Plan de la ampliación de capital en 2018 si hubieraejecutado les medidas que estaban previstas por el consejo que presidía Ron.
Pues bien, Saracho, que presidía un banco con esascaracterísticas, amenazó nada menos que con la resolución del Banco,haciéndoles ver a los funcionarios del BCE que tal cosa no podía suceder, queno era aconsejable que sucediese por el tamaño del Banco, poniendo elejemplo de los bancos italianos que en situación problemática habían sidoayudados con enormes cifras de liquidez.
¿Qué pretendía Saracho con esta «amenaza»? Es difícilsaberlo, pero básicamente estaba alfombrando la ruta para tener dosalternativas:
- «Convencer» al Consejo deque había que vender el Banco, llegado el caso, llevando a ese ánimo a lossupervisores, para lo cual desarrollaría inmediatamente una política decomunicación negativa, sin base cierta, como han puesto de manifiesto losperitos del Banco de España en su informe. Con esa política consiguió llevar elvalor del banco a 1.300 millones de euros, cuando estaba en 4.000 millonescuando él llegó. Pensaba que esa táctica debería permitirle vender rápido ycobrar su dinero, pero para eso había que asustar a los mercados (recuérdese lafiltración a El Confidencial advirtiendo del falso riesgo de quiebra).
- «Amenazar» con unaalternativa en la que nadie pensaba, la de la resolución, poniendo un argumentoefectista pero fácil de rebatir: el Popular, según él, incumpliría losrequerimientos de capital en enero de 2018. Incumplir los requerimientos en símismo no quiere decir que el banco fuese insolvente, ni mucho menos. Si eso sefuese a producir y para eso quedaba algo más de un año —primer trimestre de2018—, el BCE hubiera pedido al Popular un plan de recuperación, para queexplicase cómo iba a cumplir. Pero Saracho sabía que al Popular no lo podríanintervenir por un problema de solvencia, por lo que para forzar su «solución»,una salida de depósitos ayudaría a acelerarla y a «convencer» a todos de queera la única salida. Esto le iba bien a Antonio del Valle —que aspiraba aquedarse el Banco baratito— y al comprador final, Santander en este caso, quepodrían «premiar» a tan brillante gestor.
Esto es lo que Antonio del Vallequiere mostrar en La Haya. Sin embargo, la documentación solicitada, incide en otrosmuchos aspectos que han activado todas las alertas en todos los organismos,públicos y privados, responsables de la resolución.