Banco Popular: «Voy a estampar este avión en la boca de Danièle Nouy»

22 de Octubre de 2020
Actualizado el 02 de julio de 2024
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Saracho Iberia

Según fuentes internas del Banco Popular que tuvieron un trato profesional directo conEmilio Saracho han confirmado a Diario16 que el presidente que llevó a la entidad a la resolución les confesó que la táctica de «acojonar siempre me ha ido bien». Eso fue lo que aplicó durante los 4 meses en los que ostentó el cargo y algo que debió de enseñar muy bien a su «alumna» Ana Patricia Botín en sus años de formación en Londres. Esa estrategia de amedrentar también la aplica el Santander hacia sus clientes, sus accionistas, sus deudores, sus proveedores, sus trabajadoras y trabajadores y las personas o empresas con las que constantemente están litigando. ¿Por qué el Gobierno de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias le sigue consintiendo a la señora Botín y a su banco que actúen de esta forma? ¿Tendrá que ver también con la estrategia de Iván Redondoy la reunión que mantuvo con el IBEX35 antes de las elecciones generales?

Un banquero de inversión tiene diferentes técnicas de venta de sus operaciones y, evidentemente, una de ellas es la de asustar. Saracho es de esos. Otros logran sus éxitos a través de la potenciación de los puntos fuertes de las operaciones o productos que intenta vender a sus clientes. Saracho es, en cambio, como el vendedor de seguros de vida que coloca sus pólizas utilizando como argumento que «¿qué le ocurrirá a su familia si a usted le pasa algo? Imagínese que yendo al trabajo tiene un accidente de coche...».

Según ha declarado hoy en la Audiencia Nacional el exdirector general de Comunicación, Carlos Balado, Saracho le dijo, literalmente, que «iba a estampar este avión [por el Banco Popular] en la boca de Danièle Nouy», que entonces ostentaba el cargo presidenta del Consejo de Supervisión del Banco Central Europeo. Según fuentes consultadas por Diario16, Balado ha señalado ante el juez Calama que Saracho le dijo que le despedía porque quería vender el banco y no quería que lo viera.

Prescindir de un profesional de la comunicación como Carlos Balado no sólo tiene como causa que no estuviera de acuerdo con la estrategia de Saracho, sino porque jamás hubiera permitido que todas las noticias que comunicara el banco fuesen negativas, evidentemente, dentro de esa maniobra de «acojonar» a las autoridades, a los clientes y a los accionistas. Un ejemplo de ello fue que Saracho se negara a comunicar a los medios de una noticia positiva como era la llegada como accionistas del millonario chileno Andrónico Luksic.

Hay que recordar que Carlos Balado declaró ante la Justicia que Saracho había ordenado que toda la comunicación del Popular debía estar supervisada por Uría y Menéndez, el banco de cabecera del Santander. Teniendo en cuenta que fue la entidad presidida por Ana Patricia Botín la que compró por un euro al Popular y, sobre todo, el contenido del Proyecto Neptuno por el que el Santander no estaba dispuesto a pagar más de 200 millones de euros y sólo dentro de un procedimiento de resolución, la estrategia de dar noticias negativas era perfecta para que el sexto banco español diera una imagen que «acojonara» a los clientes para que sacaran sus depósitos y provocaran la crisis de liquidez que provocó la resolución.

Dentro de esa estrategia negativa, hay que recordar lo que ocurrió durante la Junta General de Accionistas del 10 de abril de 2017. Carlos Balado ha confirmado que en los días previos a dicha Junta, Saracho realizó un off the record en el que transmitió a varios periodistas de grandes medios que el valor real del Popular era 0. Tan escandalosa era esta afirmación que uno de los hombres que llegaron bajo el brazo de Saracho, Miguel Escrig, director general financiero, le prohibió a su presidente que dijera en la Junta que el banco no tenía capital porque la entidad era solvente y disponía de capital de sobra.

Las consecuencias de esta estrategia de «acojonar» a través de una comunicación basada en dar sólo noticias negativas tuvo consecuencias muy concretas que fueron recogidas en el informe de los peritos del Banco de España. El mejor ejemplo de que todo estaba muy medido y calculado fue la filtración de la salida de Pedro Larena coincidiendo con la publicación del hecho relevante de la reexpresión de las cuentas. Lo que se transmitió al mercado y a los clientes fue que un hombre de prestigio salía de la entidad a consecuencia, precisamente, de ese hecho relevante cuando, en realidad, no fue así. ¿Quién filtró la salida de Larena? Emilio Saracho porque, según ha confirmado Carlos Balado en su declaración de hoy y el propio ex CEO del Popular cuando declaró ante el juez Calama. La vinculación de dos noticias que no tenían relación alguna supuso una caída del valor de la acción de un 10,44%.

Otro ejemplo es la filtración sobre el supuesto estado de quiebra en que se encontraba el Popular y que Balado ha reconocido que el filtrador fue Saracho. Esa noticia hizo caer el valor de la la acción un 6,64%, fue desmentida por el propio Banco, que puso una querella al medio y se abrieron diligencias en la CNMV. Es decir, que Saracho tuvo luego el descaro de permitir que se denunciara a El Confidencial y al periodista Agustín Marco siendo él la fuente. En la CNMV de Sebastián Albella, no pudieron averiguar quién era la fuente, que hoy ha revelado Carlos Balado.

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