Banco Santander: el Caso Orcel revela presuntas falsedades y manipulaciones muy graves
19
de Febrero
de
2020
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La batalla judicial del Caso Orcel está levantando demasiadas alfombras sobre lo que ocurre en las tripas de las altas instancias del Banco Santander. Las últimas tras el archivo por parte del Juzgado de Instrucción número 4 de Madrid de la querella presentada por el banquero italiano por estafa procesal basada en la presunta manipulación de documentos que, para el juez, no reúnen los requisitos necesarios para que dicha querella sea admitida a trámite.El diario digital VozPópuli ha publicado los correos en los que se puede ver la eliminación o el añadido de contenido a los correos originales presentados por Andrea Orcel como prueba documental de su querella.Sin embargo, el aspecto más grave lo encontramos en el hecho de que, según la querella, existieran serios indicios de que se hubieran manipulado actas de la Comisión de Nombramientos y de la de Retribuciones. La más importante se halla, según la defensa de Orcel, en el hecho de que el Santander remitió un certificado de la Comisión de Nombramientos fechado el día 10 de septiembre de 2018 en el que se indicaba que la presidenta había asistido a dicha reunión. Sin embargo, en el informe de Gobierno Corporativo se indica que Ana Patricia Botín no había asistido a ninguna reunión de dicha Comisión en el ejercicio 2018:Sin embargo, esta es la última de una larga carrera judicial en la que Andrea Orcel se verá con el Santander en el juicio que se celebrará el día 15 de abril. Por si alguien tenía dudas sobre la endogamia del empresariado español representado por las compañías del IBEX 35 y resto de entidades cotizadas, las grabaciones de Andrea Orcel a Ana Patricia Botín lo han dejado meridianamente claro.La frase de la presidenta del Santander «yo tengo empresas en España donde te puedo poner de CEO mañana o de presidente, que son empresas cotizadas inmobiliarias, o sea, […], o sea, tengo muchas opciones» resulta muy preocupante para los españoles, pero mucho más para los empresarios de compañías cotizadas que creen controlar sus entidades. Sin embargo, resulta que no son ellos los que las manejan sino que, al parecer, es Ana Patricia Botín la que las gobierna a su antojo poniendo y quitando consejeros delegados y presidentes a su libre albedrío sin tener en cuenta la opinión de sus accionistas.Tan desafortunada frase, además de dejar en evidencia el nepotismo y la endogamia de las empresas cotizadas, deja en muy mal lugar a la propia presidenta del Santander puesto que demuestra con ella su arrogancia, muy lejos de la «angelical» imagen que pretende proyectar con las campañas de marketing de su departamento de comunicación para mitigar su riesgo reputacional.Todo parece indicar que Ana Patricia Botín pretendía colocar a Orcel en Metrovacesa (49% en manos del Santander) o Merlin Properties (22%) de las que además, Rodrigo Echenique Gordillo ha sido presidente, al igual que lo ha sido de Vallehermoso y consejero de LAR.En otra conversación posterior, Ana Patricia Botín ratificó el ofrecimiento a Orcel: «ser presidente de una compañía de real estate que yo lo manejo, que me permitiría pagarte algo, otra es estar en algún consejo». Estas palabras demostrarían que, además de la inmobiliaria cotizada, también se le ofreció a Orcel trabajo en un fondo de inversión al que el Santander daría negocio, en una empresa de servicios, o un puesto indirecto a través de una firma legal de asesoramiento.
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