Los resultados de las pruebas de estrés hechos públicos porla Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés) fueroncatastróficos para la banca española ya que se verá obligada a afrontar lacrisis económica derivada de la pandemia del Covid19 como la peor de Europa enlo referente a su capitalización, puesto que las entidades españolas tienen unamedia de 11,9% frente al 14,8% del sistema financiero europeo.
Banco Santander, por ejemplo, está, incluso, pordebajo de la media española al tener sólo un 11,4% y se coloca como la entidadpeor capitalizada.
Esta situación límite aboca a los bancos españoles a iniciarprocesos de fusiones, es decir, llevar a efecto el proyecto de Luis de Guindos ycontra el que no se ha posicionado la actual ministra de Asuntos Económicos,como buena continuadora de las políticas aplicadas por el actual vicepresidentedel Banco Central Europeo.
A lo largo de los meses previos al confinamiento hubo variasoperaciones que fueron largamente comentadas y, en todas las quinielas, estabantres bancos: Bankia, BBVA y el Santander, cada cual con sus candidatos. EnDiario16 nos hicimos eco de una noticia de Bolsamanía en la que seafirmaba que dentro de los acuerdos entre el PSOE y el PNV para la investidurade Pedro Sánchez se habría incorporado una condición que afectaría directamenteal Santander: la fusión del BBVA con Bankia, de la que el Estado es el máximo accionista,con José Ignacio Goirigolzarri como presidente.
De haberse llevado a efecto esa operación se habríaprovocado un verdadero terremoto en el sistema financiero español puesto que lafusión de la segunda y la cuarta entidad financiera de España amenazaría seriamenteel liderazgo del banco presidido por Ana Patricia Botín, además de que tendríaque compartir la categoría de banco sistémico global con otra entidad española.
Sin embargo, Ana Patricia Botín pareció reaccionar y, segúnBolsamanía, podría estar intentando una macrooperación aprovechándose de laoposición interna existente en el BBVA a lo pactado entre el PSOE y el PNV. «ElSantander siempre ha querido comerse el BBVA. Ahora prefiere que se debilitecon esta crisis y, eventualmente, salvarlo. La operación le encantaría al BCE,porque permitiría a Ana Botín hacer una ampliación de 15.000 ó 20.000 millonesy pondría fin de una vez a los problemas de solvencia del Santander. El BCEharía la ola a Ana Botín si se presenta con una operación así, saldría ahombros», han afirmado distintas fuentes a Bolsamanía.
Ayer presentó resultados Bankia y su consejero delegado,José Sevilla, afirmó con contundencia que «no hay nada de una fusión con elBBVA ni encima ni debajo de la mesa». Sin embargo, dejó la puerta abierta a unaposible operación corporativa en los próximos meses: «hay ciertos incentivospara las fusiones. Lo veremos en los próximos meses. En el contexto actual creoque tenemos que ver nuestra situación relativa en el mercado y, en función deeso, en la medida que haya opciones o no, tomaremos las decisionescorrespondientes. Nosotros somos favorables a las fusiones, porque bien hechascrean valor. Con tipos negativos tienen aún más sentido».
Según fuentes del sector financiero consultadas porDiario16, se podría estar produciendo un fuerte acercamiento entre las dosentidades catalanas pero que los grandes movimientos los podrían estarrealizando los dos grandes bancos, BBVA y Santander, para hacerse con la joyade la corona: Bankia.
La entidad presidida por Ana Patricia Botín necesita que laentidad o las entidades con las que fusionarse tengan un balance muy saneado para,de este modo, reforzar su ratio de capital y asumir las pérdidas milmillonarias provocadas por el cambio de divisas. En Diario16 ya publicamosantes de la pandemia que, si la tendencia del cambio de moneda continuaba, en2020 el Santander se podría encontrar con un quebranto de más de 17.000millones de euros.
Sin embargo, a diferencia de lo que ocurrió con el Popular,el Santander no podría llevarse gratis Bankia, puesto que el principal accionistasigue siendo el Estado que aún dispone del 61,78% de las acciones de laentidad. Sin embargo, la gestión de José Ignacio Goirigolzarri ha dejado unbanco saneado con una ratio de capital del 13,4%, dos puntos por encima delSantander y una eficiencia muy superior a la de la entidad cántabra.
A pesar de que este panorama podría ser negativo para Ana PatriciaBotín en sus expectativas de hacerse con Bankia por el mismo sistema con el quese hizo con el Popular o Banesto, el Santander cuenta con una aliada que podríaallanar el camino, puesto que Nadia Calviño podría no poner ninguna pega a quese produjese una compra de acciones al precio actual de la acción, lo que dejaríael valor de la entidad presidida por Goirigolzarri a un precio mucho más bajode lo que pagó el Estado para rescatarla. ¿Estará allanando la ministra esecamino? El tiempo lo dirá, pero lo ocurrido con la aprobación de la fusión porabsorción del Popular sin esperar a que se resuelvan las reclamaciones judicialesde los afectados por la resolución o el rechazo absoluto de todas lasreclamaciones de nulidad de la operación presentadas ante el Ministerio deAsuntos Económicos vislumbran que, si la pieza se pone a tiro, el Estado estará,una vez más, para ayudar al Santander.