Banco Santander: un ERE sin piedad que da escalofríos

18 de Noviembre de 2020
Actualizado el 02 de julio de 2024
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Santander ERE Trabajadores

No se podía esperar otra cosa, sobre todo teniendo testimonios reales sobre como aplica el Santander sus reestructuraciones de plantilla. El Expediente de Regulación de Empleo (ERE) del Santander será igual de cruel que los anteriores y se aplicará sin piedad porque los beneficios y el dividendo de los grandes accionistas está en juego y, en consecuencia, el futuro de la actual dirección.

La entidad presidida por Ana Patricia Botín comunicó a los representantes de los trabajadores que necesitan «amortizar 5.090 puestos de trabajo». Es cruel que el futuro de las personas sea tratado en los mismos términos que una operación financiera. Amortizar, qué palabra tan fría para definir el futuro laboral de un ser humano.

Las razones que ha expuesto el Santander para este ERE son económicas, productivas y organizativas, y se fundamentan en que necesitan de manera imperiosa paliar la bajada de beneficios por una caída de los ingresos financieros recurrentes, por los resultados negativos antes de impuestos a septiembre del 2020, por el deterioro de la rentabilidad, por la caída de la actividad operativa y por un crecimiento exponencial de los canales digitales. Es decir, la entidad presidida por Ana Patricia Botín aprovecha la crisis de la pandemia para hacer una limpia de plantilla.

Resulta cruel que el Santander afirme que necesita cerrar nos parece que nos 1.000 oficinas y reducir 5.090 puestos de trabajo (4.000 despidos y 1.090 externalizaciones en empresas del Grupo) para garantizar la supervivencia del banco cuando la filial española España, según las cuentas publicadas por la entidad, obtuvo un beneficio ordinario de 497 millones de euros en los nueve primeros meses.

Resultan crueleslas medidas alternativas que el Santander ha propuesto sobre todo después de la experiencia de otros ERE donde, una gran parte de los trabajadores y trabajadores que en externalizaciones anteriores fueron a empresas de grupo, hoy, ya no están en ellas.

El Santander vuelve a ejercer la crueldad absoluta cuando ha planteado la posibilidad de traslados hasta de 400 kilómetros que destrozarán y romperán a las familias.

Una de las consecuenciasde este ERE afectará a los clientes, sobre todo a las personas mayores, que verán muy limitada su capacidad de realizar en las oficinas, empujándolos a la digitalización forzosa. Esconderse detrás de la digitalización no es más que entrar en un círculo vicioso que siempre afectará negativamente a la plantilla porque, una vez que se incremente el uso de los medios digitales, el Santander utilizará esta digitalización para justificar que hay que cerrar más oficinas y despedir a otros miles de trabajadores.

El sindicato UGT, en una circular interna señala que «nos parece del todo inaceptable es que esto esté sucediendo cuando hace solo unos meses, en prensa, Ana Botín y Rami Aboukhair decían que garantizaba los 29.000 puestos de trabajo en España y que había que mantener el empleo.  La contradicción de Banco Santander no deja de sorprendernos. El coste social, y económico que va a suponer a nivel general y, de una forma más particularizada para las familias afectadas, es inaudito e incalculable. Doloroso cuanto menos pensar en ello».

Por su parte, CCOO ha denunciado que es intolerable que la plantilla desconozca cuál es el proyecto de empresa que Banco Santander quiere para el futuro, más allá de las expresiones relacionadas con la «transformación digital» que dicen ha venido para quedarse, y que los trabajadores tengan que resignarse a soportar la presión recurrente –y en muchos casos tóxica– del mando intermedio de turno siempre con la amenaza del siguiente ajuste. «No vamos a consentir en ningún caso que recaigan exclusivamente sobre la plantilla los costes de esa transformación», señala el sindicato.

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