En España el gasto en pensiones se incrementa a un ritmo muy superior a los ingresos, de hecho, dedicamos el 11% del PIB frente al 7,7% del resto de países, según datos de la OCDE. El sistema público de pensiones en España está en la cuerda floja y tanto es así, que el propio Gobierno fomenta los planes de pensiones privados, por ser una herramienta de ahorro que complementa la jubilación y potencia las finanzas de quienes llegan a su retiro.
Casi 10 millones de personas tienen abiertos planes de pensiones en España y no es de extrañar, que se consoliden cada vez más como la solución para garantizar una estabilidad financiera, ya que hay una tasa de reemplazo que llega al 80%, mientras la media está en el 50%. En términos de población, somos el cuarto país con mayor esperanza de vida, por detrás de Japón y Corea. Según el INE, en 2050 se duplicará el número de pensionistas.
De ahí que las instituciones promuevan e incentiven las pensiones privadas, porque vaticinan lo que está por llegar en el sistema público de pensiones. Y se refleja en los cambios en la normativa, que se aplicará en todo el territorio nacional: a partir de 2025 las aportaciones con al menos diez años de antigüedad se podrán rescatar sin ningún tipo de restricción.
Con este cambio en la normativa que regula los planes de pensiones, no será necesario cumplir uno de los supuestos ahora vigentes, como la jubilación, la incapacidad laboral, la gran dependencia, fallecimiento, desempleo de larga duración y enfermedad grave. De esta forma, se podrá rescatar el dinero y bastará con expresar esta voluntad a la entidad financiera.
La única condición para recuperar el importe, es que haya cumplido al menos 10 años de antigüedad, y si se rescata tan solo una parte, será posible realizar aportaciones a estos productos para otras contingencias futuras, como la jubilación, la incapacidad o el fallecimiento. Además, con esta nueva ley no será necesario alegar ninguna justificación ni aportar ningún documento.
Los impuestos que habrá que pagar al recuperar el plan de pensiones no cambian con la nueva ley. Por tanto, los titulares abonarán los mismos impuestos que hasta ahora aunque opten por rescatar su plan de pensiones antes de jubilarse. En este sentido es muy importante analizar cuál es el mejor momento de obtener el dinero para que el impacto fiscal sea el menor posible.
¿Qué objetivos trata de lograr esta regulación entonces? Se trataría de impulsar los planes de pensiones de empleo e incluso llevar a la práctica la promoción pública de fondos de pensiones que faciliten el acceso a estos mecanismos de ahorro a las personas con rentas medias y bajas.
Se trata de un incentivo, ya que la nueva norma incluye la reducción de las comisiones máximas que se pueden cobrar por este tipo de productos financieros. Hay tres tipos de comisiones: una comisión máxima del 0,85% para los fondos de renta fija (65 puntos menos que actualmente), 1,30% para los planes mixtos (20 puntos menos) y 1,50% en el caso de los fondos de renta variable, se mantienen en la comisión tradicional.
Esta reducción de costes supondrá sin duda una mayor rentabilidad para los partícipes de los planes de pensiones, sobre todo aquellos que cuenten con un plan de renta fija.