En los últimos años, el mercado de las criptomonedas en España ha experimentado un gran crecimiento, con Bitcoin consolidándose como la criptomoneda favorita entre los españoles. Según una investigación realizada por Funcas (Fundación de las Cajas de Ahorros), una organización especializada en estudios económicos y financieros, aproximadamente el 40% de los criptousuarios en España posee Bitcoin.
El estudio de Funcas, publicado en su informe Papeles de Economía Española, revela que el 5% de la población española ha invertido en algún tipo de criptomoneda, un dato que refleja el crecimiento global del mercado de activos digitales. Entre los inversores españoles, Bitcoin es el activo más popular, con el 40% de los criptousuarios eligiéndolo como su principal moneda de inversión.
La investigación de Funcas coincide con datos similares proporcionados por otras fuentes, como la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que indica que cerca del 6,8% de los españoles ya han adquirido criptomonedas. Aunque Bitcoin es el token con más futuro, otras criptomonedas también están ganando terreno en el mercado español. Por ejemplo, Cardano está en manos del 25% de los criptousuarios, seguido muy de cerca por Ethereum, con un 24% de preferencia.
Según el estudio, el perfil típico del inversor en criptomonedas en España es joven, predominantemente hombre, con edades comprendidas entre 18 y 35 años. La mayoría reside en grandes ciudades y cuenta con un ingreso mensual relativamente alto. Este perfil sugiere que la adopción de criptomonedas en el país está estrechamente relacionada con el conocimiento tecnológico y la búsqueda de diversificación en las inversiones, factores que predominan entre los más jóvenes.
El estudio también identificó las principales razones por las que los españoles optan por comprar criptomonedas. El uso como forma de inversión fue la motivación más común, citada por el 79,5% de los criptousuarios. Muchos ven en las monedas digitales una oportunidad para obtener altos beneficios, aun reconociendo los riesgos implicados. En un entorno de tipos de interés bajos o incluso negativos, el incentivo es mayor para que los españoles busquen alternativas de inversión que ofrezcan rendimientos más altos, como Bitcoin y otras criptomonedas.
No obstante, el uso de las criptomonedas como método de pago sigue siendo una práctica poco común. Solo el 0,6% de los encuestados afirmó haber adquirido criptomonedas con el objetivo de utilizarlas en transacciones de comercio electrónico. Esto refleja la percepción de que los activos digitales, hasta el momento, son más valorados como reservas de valor e instrumentos de especulación que como medios de intercambio.
El análisis de Funcas también destaca la correlación entre las políticas monetarias y el comportamiento de los mercados de criptoactivos. Durante la pandemia de Covid-19, la capitalización de los mercados de criptomonedas experimentó un rápido crecimiento, impulsado por políticas de estímulo económico y el temor a la inflación, lo que llevó a muchos inversores a buscar refugio en activos digitales.
A finales de 2020, la capitalización del mercado de criptomonedas pasó de 0,8 billones de dólares a 2 billones de dólares a finales de 2021. Este crecimiento meteórico fue impulsado, en parte, por el aumento de la adopción institucional de Bitcoin como reserva de valor, lo que ayudó a consolidar su papel en el mercado global.
Sin embargo, en 2022, con el aumento de los tipos de interés por parte de los bancos centrales, los criptoactivos sufrieron una caída significativa. La capitalización del mercado se redujo en un 64%, eliminando más de un billón de dólares en valor agregado. Funcas señaló que la corrección en los precios de las criptomonedas se vio agravada por la crisis de confianza en el sector, especialmente tras la quiebra de grandes plataformas de intercambio de criptomonedas, como FTX.
La recuperación esperada para 2023 no se materializó de manera significativa. Según Funcas, los mercados de criptomonedas experimentaron una caída adicional del 12% durante el verano, resultado de las políticas monetarias restrictivas y del aumento de los tipos de interés. En un entorno de intereses más altos, las inversiones en criptomonedas resultan menos atractivas, ya que alternativas más tradicionales, como los bonos públicos y los depósitos bancarios, ofrecen rendimientos más seguros.
Sin embargo, algunos analistas creen que los criptoactivos aún tienen potencial a largo plazo, especialmente a medida que surgen nuevos desarrollos tecnológicos y regulatorios. Aunque los rendimientos en criptoactivos puedan ser menos atractivos en tiempos de tipos de interés elevados, muchos inversores están dispuestos a asumir riesgos con la expectativa de que el mercado recupere su fortaleza en los próximos años.