El aire acondicionado es un sistema de climatización que permite crear y mantener unas condiciones determinadas de temperatura, humedad relativa y de pureza del aire en espacios cerrados, como hogares y oficinas. Su funcionamiento se basa en la extracción de la temperatura existente en el ambiente interior para expulsarlo al exterior en verano, y en el proceso inverso en invierno, especialmente aquellos sistemas que cuentan con una bomba de calor reversible. Por ello, son capaces de proporcionar calefacción en invierno y refrigeración en verano.
Estos sistemas están compuestos por, al menos, dos unidades conectadas entre sí mediante un circuito cerrado que contiene un gas refrigerante. El sistema más común es el tipo split, que cuenta con una unidad en el interior y otra en el exterior, aunque también existen los sistemas multisplit, que permiten conectar varias unidades interiores a un solo equipo exterior, y los sistemas por conductos (zonificación de aire acondicionado), que distribuyen el aire a través de rejillas de entrada y extracción de aire que se instalan en falsos techos.
"El aire acondicionado ha evolucionado mucho en los últimos años, y en la actualidad, suelen incorporar tecnologías mucho más eficientes y sostenibles", explican los profesionales en sistemas de climatización de Tsclima. "Sin embargo, es fundamental conocer su consumo y aprender a optimizar su uso para evitar un gasto innecesario". Es decir, con su ayuda, te vamos a mostrar cuánto consume el aire acondicionado y cómo puedes reducir el gasto. Sigue leyendo para conocer los detalles.
¿Cuánto consume un sistema de aire acondicionado?
Hablar del consumo exacto de un aparato de aire acondicionado no es, en absoluto, una tarea sencilla, ya que no existe una respuesta única porque depende de varios factores. Uno de los principales que debes tener en cuenta es la eficiencia energética de los equipos que instalamos, medida a través de la etiqueta de eficiencia que clasifica los aparatos desde la A (más eficiente) hasta la G (menos eficiente). "Un equipo con una clasificación energética alta puede representar un ahorro significativo a lo largo del año", apuntan desde Tsclima.
El aislamiento térmico del hogar también juega un papel crucial. "Si una vivienda no está correctamente aislada, la temperatura se pierde con facilidad a través de puertas y ventanas no herméticas o incluso a través de puentes térmicos, lo que obliga al aparato de aire acondicionado a trabajar de manera continuada y, por lo tanto, termina consumiendo más energía", advierten los expertos.
También influye el uso que se le dé al aparato. Encender y apagar constantemente el equipo puede aumentar el consumo, ya que, al perderse la temperatura que ya ha generado, necesita invertir más energía para volver a alcanzar la temperatura deseada. Del mismo modo, la hora del día en la que se utiliza este sistema también afecta al gasto económico, debido a la existencia de tarifas eléctricas con horas pico y horas valle.
"Dependiendo del modelo, un aire acondicionado puede consumir entre 900 y 1400 vatios por hora, aunque algunos equipos de mayor potencia pueden llegar a superar los 4000 vatios por hora", explican desde Tsclima. "Por eso, es clave elegir el equipo adecuado y optimizar su uso para reducir el impacto en el gasto energético y en la factura de la luz".
¿Cómo reducir el gasto energético del aire acondicionado?
Reducir el gasto energético del aire acondicionado no solo permite disfrutar de un ahorro en la factura de la luz, sino que también puede contribuir a la sostenibilidad con el medio ambiente gracias a que es posible reducir la dependencia de las compañías eléctricas.
Existen diversas estrategias que pueden marcar la diferencia en el consumo energético sin renunciar al confort. Como hemos mencionado, la elección del equipo adecuado es importante, pero también lo es hacer un uso responsable. A continuación, te vamos a mostrar algunas de las principales claves para reducir el consumo energético del aire acondicionado.
Elegir un equipo con la potencia adecuada
Es esencial optar por un aire acondicionado con la capacidad suficiente para climatizar el espacio deseado. "Si el equipo no tiene la potencia necesaria, estará funcionando continuamente sin alcanzar la temperatura que le hemos indicado, lo que se traduce en un mayor consumo y en un mayor gasto", explican los expertos.
Priorizar equipos eficientes
Apostar por la instalación de sistemas con etiquetas de eficiencia energética A o B puede suponer un ahorro energético considerable mes a mes. "A pesar de que la inversión inicial es mayor, la reducción del consumo que proporcionan compensa la inversión que realizamos a medio y largo plazo", aseguran desde Tsclima.
Mejorar el aislamiento térmico del hogar
Contar con ventanas y puertas herméticas, así como el hecho de corregir posibles puentes térmicos de las paredes, es ideal para mantener la temperatura interior bajo control sin necesidad de sobre forzar el sistema. "Disfrutar de un buen aislamiento térmico permite mejorar la eficiencia del sistema y reducir la demanda de energía", explican los expertos de Tsclima.
Usar el sistema de manera eficiente
Regular correctamente la temperatura del aparato de aire acondicionado es un factor fundamental para optimizar el consumo energético. "Mantener el termostato en torno a los 24-25ºC en verano y entre 20-22ºC en invierno es suficiente para lograr una sensación de confort en el hogar o en la oficina sin disparar el consumo energético ni económico", recomiendan desde Tsclima.
Además, evitar realizar cambios bruscos de temperatura y programar el sistema para que funcione en las horas de menor demanda eléctrica también puede ayudar a reducir el gasto. Ten en cuenta que, en la actualidad, existen sistemas de aire acondicionado que cuentan con opciones punteras y tecnológicas que permiten incluso programar el encendido y el apagado automático desde el smartphone.
Apostar por sistemas con reguladores independientes
Apostar por el uso de tecnologías como la zonificación o el aire acondicionado por conductos permiten climatizar cada estancia según las necesidades específicas, evitando gastar inútilmente energía en habitaciones vacías o en aquellas en las que, en invierno, da el sol. "Gracias al uso de estos sistemas, es posible ajustar la temperatura de cada espacio de manera independiente, y alcanzar un mayor ahorro energético", afirman los especialistas de Tsclima.
"Utilizar el aire acondicionado de manera responsable no únicamente permite reducir el impacto que tiene tu sistema de aire acondicionado en la factura de la luz y en el medioambiente", concluyen los expertos de Tsclima. "Como solemos decir a nuestros clientes, con un buen mantenimiento y elegir el equipo adecuado, es perfectamente posible disfrutar de una temperatura confortable sin preocupaciones".