La Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos, UPTA, confederación de ámbito nacional y carácter intersectorial, de organizaciones territoriales y asociaciones sectoriales de trabajadores por cuenta propia denuncia el estigma del autónomo frente a la economía sumergida. Esta competencia desleal causa el cierre de 2 de cada 10 negocios.
El estigma de los autónomos
De los 230.000 millones de euros que se estiman como economía sumergida, el trabajo autónomo no significa ni el 5 % del total. Sin embargo, los negocios sin declarar constituyen una de las principales causas de la desaparición de miles de autónomos. Desde UPTA, piden a la Agencia Tributaria que ponga todo el énfasis recaudatorio en los verdaderos causantes.
Los negocios no declarados, los asalariados no contratados, la no declaración de ingresos y la evasión fiscal de las grandes fortunas, son la gran lacra de nuestra economía.
Estas son las conclusiones de un primer estudio realizado por la organización, en el que se reflexiona sobre las principales causas de la economía sumergida. Hay miles de actividades económicas sin declarar que están causando estragos en sectores en los que predominan fundamentalmente autónomos sin asalariados, o con hasta 2 trabajadores.
Sectores perjudicados
Las actividades en las que tiene mayor incidencia esta situación pertenecen al sector servicios, reparación, construcción, pintura, electricidad, transporte de paquetería, formación, fontanería, estética, limpieza o cuidados a personas.
En gran medida este hecho está directamente relacionada con el consumidor final, que continúa tratando de ahorrar en los costes de los servicios o bienes que requieren, sin pensar en el grave perjuicio que causan con su falta de responsabilidad en el consumo de éstos.
Por ello, desde UPTA hacen un llamamiento a la Administración Tributaria para que concentre sus esfuerzos en combatir la economía sumergida. Centrándose, especialmente, en una vigilancia estricta para los empleadores que no realizan el alta correspondiente en la Seguridad Social, en la intensificación del control del dinero en efectivo y en la vigilancia con unidades técnicas especializadas de la administración en la evasión de capitales de grandes empresas y fortunas.
Los autónomos están hartos
Eduardo Abad, presidente de UPTA, “los autónomos están hartos de sentirse continuamente calificados como defraudadores, más bien son los grandes damnificados de esta impunidad en la que transitan los que encuentran en la economía sumergida una forma de enriquecerse ilícitamente. UPTA será proactiva en la lucha contra esta lacra, nos preocupa mucho y por eso enviáremos a la Agencia Tributaria un paquete de medidas directas para hacerla emerger y transformarla en economía real”.
La economía sumergida de supervivencia en la que se han refugiado miles de personas sin recursos que se han visto obligadas, nada tiene que ver con el escándalo fiscal que está ocurriendo y en el que tenemos que volcar nuestros esfuerzos y todos los mecanismos y medios humanos para frenarlo.