La absorción que ha hecho CaixaBank de Bankia puede perjudicar gravemente al consumidor según revela FACUA, la ONG que lleva más de 40 años defendiendo los derechos de los consumidores. El principal problema que detectan desde la asociación es que la concentración bancaria supone un riesgo evidente para el usuario. Ya que, al monopolizar el negocio, se limita la oferta y las opciones para comparar, negociar y contratar con otras entidades. Desaparece de este modo la competitividad, Indispensable para que los precios estén más regulados, algo que siempre favorece al consumidor.
Aumento de comisiones
La absorción bancaria termina perjudicando a los consumidores, que sufren el aumento de comisiones por los servicios bancarios de las entidades. Algo que en el caso de CaixaBank ya estaba siendo abusivo, puesto que la entidad cobra 240 euros anuales a los que no depositen su nómina o tengan más servicios contratados. Además, la fusión podría hacer desaparecer numerosas oficinas, con la consecuente pérdida de miles de empleos y el deterioro de la ya mermada atención al consumidor, que durante los últimos años ha sufrido el cierre de muchos estos locales
Privatización
La compra de Bankia por CaixaBank supone a efectos prácticos la privatización de un banco público, ya que, hasta ahora, el Estado tenía un 61,8% de participación en Bankia lo que le permitía el control de la entidad. Algo que ahora perderá, puesto que se quedará con un 15% de las acciones de CaixaBank. Además FACUA alerta del peligro de la existencia de entidades bancarias de gran tamaño, pues la quiebra de una entidad de este tipo puede poner en serio peligro el sistema bancario y la economía del país. Al provocar una quiebra generalizada y obligar a una nueva inyección de dinero público. Tal y como sucedió con los 24.000 millones de euros que Bankia recibió del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) y que todavía no ha devuelto.