El BCE amenazó en mayo al Popular con la resolución

08 de Mayo de 2019
Actualizado el 02 de julio de 2024
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Draghi y De Guindos BCE Santander
Tal y como hemos publicado en Diario16, el día 2 de mayo se produjo una reunión del Banco Central Europeo en la que se decidió que el Banco Popular tenía que ser resuelto. Ese día la entidad disponía de más de 73.000 millones de euros de liquidez. Extracto decisión BCE 2 de mayo de intervenir al bancpTal y como se ve en el documento, el día 18 de mayo se hace mención al deterioro de la posición de liquidez que estaba sufriendo. Por esta razón, se remitió una carta al Consejo de Administración en la que se señala que la pérdida de liquidez que se estaba produciendo tras los movimientos de Saracho del mes de abril, es decir, hacer pública la reexpresión de las cuentas por una cantidad ridícula de 700 millones y el discurso en la Junta General de Accionistas, y de las fugas de depósitos del día 12 de mayo tras la publicación de la noticia falsa de que el banco estaba en quiebra, iban a hacer muy difícil la venta de la entidad a pesar de que el BCE tenía conocimiento de que algún banco tenía interés en hacerse con el Popular.No obstante, lo que más sorprende de esa comunicación del supervisor europeo es la amenaza directa de que si la situación de la liquidez continuaba deteriorándose, el BCE se vería obligado a declarar al Popular inviable. Además, la carta indica que la Junta Única de Resolución (JUR) era el organismo competente para decidir entre la resolución y la liquidación en el que las pérdidas deberían ser absorbidas por «los accionistas y tenedores de deuda subordinada siendo además posibles que las pérdidas se extendiesen a otros depositantes». En esa comunicación, además, se adelanta ya cómo se ejecutaría el proceso, al informar de que «la decisión se notificaría a la JUR, al FROB, al BCE, como banco central, al Ministerio de Economía», organismos que, además, estaban en copia del correo. Por lo tanto, De Guindos ya sabía en mayo que el Popular iba a ser resuelto y, aún así, no cambió su mensaje y provocó que muchos inversores siguieran comprando acciones, a pesar de que el valor seguía bajando en bolsa. Muchos afectados que se han puesto en contacto con Diario16 durante estos dos años han hecho mención al hecho de que compraron acciones del Popular en los últimos días confiando en el mensaje de tranquilidad del Gobierno.Esta amenaza del BCE fue insólita puesto que, como bien afirmó uno de los consejeros en la reunión del Consejo del Popular de ese mismo día, «va directamente a la resolución sin conceder tiempo al Banco para solucionar sus problemas. Añade que contiene una amenaza muy clara y una previsión de que no podamos llegar a una combinación de negocios en vista de la mala evolución de la liquidez». El mismo consejero, señala un hecho muy importante para entender lo que ocurrió 20 días después, dado que el BCE descartó acciones de recapitalización preventiva porque el banco «no ha fallado un test de estrés, lo que impide emplear dicho mecanismo y no hay test de estrés hasta 2018».Por tanto, la amenaza no era velada, sino que ponía al Popular en el disparadero de la resolución como única opción. En esa reunión del Consejo, además, estaban presentes los abogados de Uría y Menéndez que insistieron en la necesidad de comunicar al BCE que ese deterioro de la liquidez para que fuera valorado.Seis días después, el Popular recibió una carta de Elke König en la que solicitaba información para poder aplicar el mecanismo de resolución. Por tanto, el 24 de mayo todo el mecanismo estaba dispuesto a pesar de que Deloitte, en su informe, indicó que la información que se les remitió era absolutamente insuficiente para poder tomar la decisión de resolver la entidad.
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