El coste de la crianza ha aumentado más del 14% en menos de cuatro años en España

21 de Agosto de 2022
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El Código Civil protege a los niños maltratados.

El coste de la crianza ha aumentado más del 14% en menos de cuatro años, una cifra que incluso está por encima de lo que ha aumentado el IPC. Además, no lo ha hecho igual en todas las comunidades.

El coste de la crianza en España 

La gasolina ha estado a más de dos euros, el precio de los alimentos básicos por las nubes, la luz llegando a máximos históricos… El coste de la vida se ha endurecido, de esto no cabe la menor duda, pero ¿y el coste de criar a un hijo o hija?

Hay un dato del último informe: “EL COSTE DE LA CRIANZA EN 2022” de Save The Children, que pone los pelos de punta: en España, casi 900.000 hogares no pueden atender las necesidades de sus hijos e hijas, ni siquiera, aunque dedicaran todos sus ingresos a ello.

Criar a un hijo o hija es fuente de alegrías, pero conlleva también esfuerzo y numerosos gastos. La llegada de niños y niñas al hogar aumenta gastos ya existentes y añade otros nuevos que, a su vez, evolucionan con las etapas del crecimiento: desde la cuna, carrito, pañales y biberones, a la cama, material escolar, transporte, hasta llegar al teléfono móvil.

Los gastos de las familias

Hacer frente a estos gastos supone un problema para muchas familias en nuestro país, en el que 2,6 millones de niños, niñas y adolescentes -esto es, el 31,8% del total- se encuentran en riesgo de pobreza o exclusión social (tasa AROPE).

A su vez, la factura de criar a un niño o niña disuade a buena parte de aquellos y aquellas que quieren ser padres o madres, pero no pueden afrontar el elevado coste. De ahí que España cuente con un índice de fecundidad de 1,19 hijos por mujer, según cifras correspondientes a 2020 del Instituto Nacional de Estadística.

Ambas cuestiones dependen en gran medida del insuficiente apoyo público a la crianza en nuestro país. A pesar de los notables cambios introducidos recientemente, focalizados en ayudas suplementarias a las familias en situación de pobreza severa o ingresos bajos, España carece de políticas de apoyo a la crianza homologables al resto de la Unión Europea.

Nuestro país no aborda esta cuestión como una inversión en nuestro futuro, tampoco apuesta por el desarrollo pleno de la infancia y de sus capacidades como factor esencial para que puedan contribuir al sistema productivo y, a partir de ahí, asegurar el bienestar propio y del conjunto de la sociedad.

¿Cuanto cuenta la crianza por CCAA?

¿Cuánto cuesta tener un bebé en Andalucía? ¿Y un adolescente en Cataluña? ¿Cuál es el coste mínimo que supone cubrir las necesidades básicas de un niño o niña en España en 2022?

Desde Save the Children han calculado el coste de la crianza en las distintas franjas de edad de los niños y niñas en España. Actualizan el informe realizado en 2018. La organización dedicada a la infancia se centra en los cambios de la cesta de productos necesarios para la crianza, así como sus precios, especialmente a raíz del encarecimiento de bienes y servicios, algunos de ellos fundamentales para la crianza de niños y niñas, en los últimos meses.

Falta apoyo público para la crianza

Muchas familias luchan a diario para que sus hijos e hijas se desarrollen en las mejores condiciones posibles. Sin embargo, no todas cuentan con los recursos necesarios para ofrecerles un nivel básico de bienestar.

El bienestar de los niños y niñas afecta positivamente a toda la sociedad y, por tanto, las políticas públicas deben apoyar esa labor.

El sistema español de apoyo a las familias y la infancia se encuentra entre los menos desarrollados de nuestro entorno europeo, al dedicar un 1,3% del PIB, 1 punto porcentual por debajo de la media de la Unión Europea.

Estos niveles de apoyo público están muy alejados de ofrecer una cobertura adecuada al coste de la crianza en España, así como de abordar el elevado nivel de pobreza infantil en nuestro país (el tercero más alto de toda la Unión Europea y primero de la eurozona).

Los datos más recientes señalan, además, un aumento de la pobreza infantil severa hasta el 14,1%, 1 punto porcentual por encima del año anterior, así como el incremento de niños, niñas y adolescentes que sufren carencia material severa.

Ello apunta a la baja capacidad redistributiva del apoyo público a la infancia en España, donde las transferencias monetarias públicas reducen tan solo en 6,4 puntos porcentuales la tasa de pobreza infantil.

El porcentaje de niños, niñas y adolescentes en situación de pobreza antes de transferencias es del 33,8% pero esta tasa se reduce al 27,4% una vez se toma en cuenta el impacto de las transferencias sociales (excluidas las pensiones), según datos de Eurostat referidos a 2020. Se trata de la segunda menor disminución de toda la Unión Europea (UE).

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