El Fondo Monetario Internacional, (FMI) hizo público ayer el informe con las últimas Perspectivas de la economía mundial (informe WEO), en el que vuelven a proyectar una recesión profunda en 2020. Se estima que el crecimiento mundial será de -4,4%, una revisión al alza del 0,8 puntos porcentuales respecto a junio.
El FMI deja fuera a España de la mejora general de las perspectivas de crecimiento económico que hizo público este martes, lo que nos sitúa como el país más afectado por la pandemia del coronavirus.
La pandemia de la COVID-19 sigue propagándose, con la trágica pérdida hasta el momento de más de un millón de vidas. La convivencia con el nuevo coronavirus ha supuesto un reto sin igual, aunque el mundo se está adaptando. Como resultado del relajamiento de los confinamientos y el rápido despliegue a una escala sin precedentes del apoyo de política de los bancos centrales y los gobiernos de todo el mundo, la economía mundial está resurgiendo desde las profundidades en las que cayó en el primer semestre de este año. El empleo ha repuntado en parte tras haberse desplomado durante el punto máximo de la crisis.
Las nuevas previsiones económicas del FMI rebajan la caída del PIB mundial en 2020 del 5,2% previsto en junio al 4,4%, limitando del 5,4% al 5,2% el rebote esperado sobre el crecimiento internacional en 2021.
Para España, los analistas del Fondo mantienen su previsión de que el PIB retroceda un 12,8% este año, si bien mejora en nueve décimas el tono de la recuperación esperada para 2021, hasta el 7,2%.
La expectativa que nos auguran los analistas es nuestro país normalizará su crecimiento anual en 2025, cuando crezca entorno al 1,5% en 2025, medio punto por debajo del ritmo de crecimiento que tenía en 2019, cuando avanzó un 2%.
La pasada semana, el Gobierno presento las cifras del nuevo cuadro macroeconómico, que estima que el PIB caerá un 11,2% este año para crecer un 7,2% en 2021 y hasta un 9,8% si se ejecutan los proyectos recogidos en el Plan de Recuperación que se pondrá en marcha con las ayudas europeas.
Nadia Calviño, vicepresidenta tercera de asuntos económicos ha estimado que este año la economía española sufrirá una caída cercana al 11%, estimando que “el crecimiento del PIB podría llegar a estar alrededor del 9,8% en 2021. Es evidente que este escenario está sujeto a una elevada incertidumbre y se ve afectado por un conjunto de riesgos. Es fundamental poner en marcha las inversiones cuanto antes”.
El crecimiento mundial está proyectado en 5,2% en 2021, un poco menos que lo pronosticado en la Actualización de junio de 2020 del informe WEO, dado que la desaceleración prevista para 2020 será más moderada y es consecuente con las expectativas de persistencia del distanciamiento social.
Tras la contracción de 2020 y la recuperación de 2021, el nivel del PIB mundial en 2021 estaría apenas 0,6% por encima del de 2019. Las proyecciones de crecimiento implican amplias brechas negativas del producto y elevadas tasas de desempleo este año y el próximo, tanto en las economías avanzadas como en las de mercados emergentes.
El FMI no deja a ninguna gran economía tan mal parada como la española. Así, espera que Francia caiga un 9,8% este año (y crezca un 7% en 2021); que Alemania ceda un 6% en 2020 (y crezca un 4,2% en 2021); que la eurozona retroceda un 8,3 (para crecer luego un 5,2%).