El Popular cumplía con todas las exigencias regulatorias en el primer trimestre de 2017

31 de Julio de 2019
Actualizado el 02 de julio de 2024
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Tal y como hemos publicado en las últimas semanas, los datos presentados por el Banco Popular en el primer trimestre de 2017 no vaticinaban en modo alguno lo que ocurriría tan sólo dos meses después. La sexta entidad financiera de España presentó cifras de liquidez y capital que excedían con absoluta claridad los mínimos regulatorios. Esto fue certificado por todas las autoridades (Ministerio de Economía, Junta Única de Resolución (JUR), Banco Central Europeo (BCE) y Banco de España), auditores como Pricewaterhouse Cooper y la consultora Ernst & Young.A esto hay que añadir que el Popular había mejorado sus datos de liquidez y de capital a lo largo de la crisis financiera y, en ningún momento, la entidad sufrió crisis alguna de liquidez pese a la dureza con la que se desarrolló la crisis para los bancos de todo el mundo tras la caída de Lehman Brothers.Las cifras del primer trimestre de 2017, con Emilio Saracho ya en la presidencia, mostraban una holgada posición de liquidez, con un patrimonio neto que superaba los 10.700 millones de euros y con un estricto cumplimiento de las exigencias regulatorias de capital. La situación del banco dos meses antes de su resolución no hacía presagiar de ninguna manera lo ocurrido el 7 de junio de 2017 y su venta por un euro al Banco Santander.Este hecho es muy relevante para los afectados y para sus despachos de abogados puesto que el informe pericial del Banco de España ha confirmado datos muy reveladores que cuestionan claramente las decisiones adoptadas después del 20 de febrero de 2017, fecha en la que asumió la presidencia de la entidad el señor Saracho, una etapa corta en la que un banco solvente fue llevado, de un modo fuera de cualquier deontología financiera, a su resolución.El informe del Banco de España es claro al afirmar que Saracho viajó a Frankfurt, a la sede del BCE, en el mes de marzo de 2017, para informar de su estrategia, tal y como también hemos publicado en Diario16. Entre las alternativas que barajaba ya estaba la resolución, un hecho que resulta sorprendente, salvo que tuviera el propósito de "amedrentar" para obtener su propósito de una venta a bajo precios. Para lograr dicho objetivo necesitaba que los organismos le diesen de manera hipotética liquidez, ya que estaba decidido a bajar el precio de la acción. Para conseguir ambos hitos era fundamental una estrategia de comunicación basada en transmitir sólo noticias negativas y, cuando las había positivas, buscar el modo de ponderar los aspectos que pudieran hacer más daño al valor y la confianza del banco. Esto tuvo como consecuencia la salida de depósitos y la bajada del valor bursátil.Por otro lado, el informe de los peritos del Banco de España incide en el hecho de que dicha estrategia de comunicación negativa fue determinante en la fuga de depósitos. Además, buscaron generar pánico entre clientes y accionistas con elementos que no tuvieron incidencia real en los resultados de la entidad. El mejor ejemplo de ello es el Hecho Relevante del día 3 de abril, justo después de finalizar un primer trimestre con datos muy positivos, en el que se anunció una «reexpresión» de las cuentas de 2016 que, tal y como hemos publicado en estas páginas, tuvo un efecto muy limitado en los resultados del Popular.  El mismo informe hace mención al discurso de Emilio Saracho en la Junta General de Accionistas del 10 de abril y a la noticia publicada por El Confidencial en la que, citando fuentes internas del banco, afirmaba que Saracho había puesto en venta a la entidad por riesgo de quiebra, algo que fue desmentido posteriormente.En otro orden, el informe pericial que está en manos de la Justicia afirma que el Popular disponía de un patrimonio de más de 11.000 millones de euros, que era solvente y viable porque tenía capacidad de generar beneficios operativos de manera estable y recurrente de más de 1.100 millones al año.Esta es la razón por la que los peritos del Banco de España muestran su extrañeza sobre la declaración de inviabilidad realizada por Saracho y por el hecho de que fuera ratificada por el BCE, conociendo el supervisor europeo que había medidas que hubiesen generado 1.600 millones de euros de capital sin tener que acudir a los accionistas.Por tanto, un banco que en el primer trimestre cumplía con todos los requerimientos normativos y con una posición holgada de liquidez, ¿cómo es posible que en dos meses fuese resuelto por Europa a causa de una crisis de liquidez? Estamos ante un hecho histórico de devaluación de una entidad bancaria sistémica que sólo pudo haberse llevado a efecto gracias a la presunta connivencia de los organismos públicos, tanto europeos como del gobierno español, con una operación que no tenía más objetivo el sexto banco de España fuese vendido con las condiciones puestas por la entidad que lo compró por un euro.
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