Emilio Saracho: «He ido haciendo las cosas que en cada momento creía que tenía que hacer»
26
de Noviembre
de
2019
Actualizado
el
02
de julio
de
2024
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Una de las dudas que genera el Caso Popular es si, acreditada como está la solvencia del Banco hasta el mismo momento de su resolución, Saracho engañó y traicionó a Del Valle o si ambos fueron objeto de engaño y traición por otros que contaban con más información que ellos.En este contexto, cobra una especial importancia la apertura de diligencias por parte del Juzgado de Instrucción número tres de la Audiencia Nacional a Deloitte y la JUR por los informes de valoración emitidos por la primera —auditora histórica de Banco Santander e imputada en ese momento en el asunto Bankia en la persona de su socio Francisco Celma— y aceptados por la JUR aun a sabiendas de que los informes no cumplían con los requisitos establecidos en la regulación europea.Hay que recordar también que en ese momento no existía Reglamento de Desarrollo de la Directiva sobre Resolución Bancaria, lo que provocaba una falta radical de seguridad jurídica. Ante esta situación, la JUR siguió adelante con la resolución del Popular sobre la base de un simple borrador, que no entró en vigor hasta marzo de 2019.Una vez que está certificado por los peritos del Banco de España que el Popular era solvente y viable, la duda del papel de Antonio Del Valle y sus asociados es realmente determinante para poder entender qué pasó en los últimos días de vida del Popular.Si empezamos con la entrevista que Emilio Saracho concedió el mismo día de la resolución al director de Comunicación, Antonio San José, con su «desparpajo» habitual, Saracho habla de rescate acordado ("bail in acordada"): «Por lo tanto, una adquisición del total del capital pero con una particularidad y es que en las horas entre el cierre de ayer y la apertura de esta mañana se ha producido un mecanismo previsto en la legislación vigente, que es la resolución del banco y la adjudicación del total de sus acciones con un procedimiento que se llama bail in, que ahora lo explicaré brevemente porque tampoco es tan complicado, al nuevo comprador. De alguna manera es ejecutar una operación que podía haberse hecho en directo pero que, por la situación específica del banco no era posible hacerla directamente con los accionistas anteriores y, por lo tanto, se ha tenido que producir una intervención primero, un bail in, que se produce en la intervención y se llama ahora resolución. Un bail in acordado y con un banco, de los bancos que han estado participando durante todas estas semanas en el proceso de compra que muchos de vuestros compañeros han estado colaborando».Pero Saracho dijo mucho más: que él había procedido a vender el Banco. ¿Cómo es posible que a día de hoy este hombre no haya hecho ya frente a esta responsabilidad? ¿Qué accionista del banco le dio mandato para vender sus acciones, para despojarle arteramente de su patrimonio? Saracho dijo, además, que «he ido haciendo las cosas que en cada momento creía que tenía que hacer sin descanso y sin absolutamente ninguna cautela mental […] yo soy una persona eminentemente práctica, yo soy una persona que viene a hacer».Vaya si lo hizo porque llevó a la sexta entidad financiera de España, que apenas 9 meses antes había superado sin problemas los test de estrés del BCE, que unos días antes recibía ofertas para ampliar capital por un valor global de 8.000 millones de euros por parte de dos de los mayores bancos del mundo que hacían hincapié, precisamente, en la solvencia del Popular, que apenas una semana antes había recibido ofertas por valor de 2.500 millones de euros por activos no estratégicos, a ser resuelto por la JUR y vendido por un euro al Santander provocando que más de 1,2 millones personas perdieran su patrimonio.
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