El Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de CaixaBank se ha cerrado con un acuerdo que las fuerzas sindicales consideran como bueno. Tras dos meses y medio de negociaciones con la Dirección de Caixabank, y a falta del redactado final, ha sido, desde su inicio, el reto más importante planteado en CaixaBank y en todo el sector financiero dado el volumen de despidos propuestos por la entidad, un total de 8.291.
Sin embargo, tanto la plantilla como los sindicatos han estado a la altura del desafío y la respuesta no ha podido ser más contundente. Una de las claves de que se haya logrado este acuerdo ha sido la unidad sindical: desde el primer momento se constituyó una Plataforma de Unidad Sindical que ha sido fundamental para defender los derechos y condiciones de la plantilla. Una unidad sin fisuras con el claro objetivo de eliminar las salidas forzosas.
Sin embargo, las fuerzas sindicales denuncian que han sufrido continuos ataques por parte de la dirección para intentar dividir, así como apelaciones a propuestas finalistas y presiones de todo tipo.
La firmeza en las reivindicaciones ha permitido lograr un acuerdo basado en la voluntariedad, eliminando las pretensiones de la dirección de aplicación de despidos forzosos y de movilidades geográficas forzosas.
Movilización de la plantilla
La otra clave que ha permitido desbloquear las negociaciones ha sido la implicación de la plantilla. Ha sido determinante el seguimiento mayoritario de los trabajadores y las trabajadoras de Caixabank en cada uno de los paros convocados, así como en las dos jornadas de huelga que han sido históricas en la entidad. La determinación y apoyo de la plantilla han sido fundamentales para doblegar la postura de la dirección.
La participación masiva de trabajadores y trabajadoras ha marcado un hito sin precedentes tanto en CaixaBank como en el sector financiero por su seguimiento, y marca un antes y un después en la lucha y defensa de los derechos sociales y laborales.
La voz de los trabajadores y trabajadoras se ha escuchado, y bien fuerte, ayudando junto a todos los sindicatos a reconducir un proceso que CaixaBank iniciaba con el anuncio de medidas traumáticas desproporcionadas y salvajes.
Con la firma de este acuerdo se ha conseguido la eliminación de 8.291 despidos forzosos, mejoras en las condiciones laborales, carrera profesional, etc., evitando los recortes pretendidos por la dirección, el establecimiento de buenas compensaciones para los colectivos de salida. Además, se ha logrado la homologación de las condiciones laborales para la plantilla originaria de Bankia.