A partir de mañana, un error legislativo en la Ley de Paridad permitirá que los trabajadores que soliciten o disfruten de una adaptación de jornada puedan ser despedidos con mayor facilidad. Este fallo, consecuencia de una cadena de errores en la redacción de leyes del Ministerio de Igualdad, ha eliminado la protección contra el despido de la que gozaban estos empleados desde junio de 2023. El Gobierno ha reconocido la equivocación y asegura que se corregirá en la primera ley que se apruebe en el Parlamento, mientras el Ministerio de Trabajo ha prometido que la Inspección de Trabajo estará especialmente vigilante para evitar abusos.
Nueva Ley de Paridad
El problema surge a raíz de la entrada en vigor de la nueva Ley de Paridad este jueves, 22 de agosto. Esta ley, publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) el 2 de agosto, pretende corregir errores previos y mejorar la protección de ciertos colectivos vulnerables, como las víctimas de violencia sexual. Sin embargo, en el proceso, se ha eliminado la protección contra el despido que se había otorgado a los trabajadores con jornadas adaptadas para el cuidado de hijos, establecida en junio de 2023 por el Ministerio de Trabajo.
Este desliz legislativo no es el primero en la historia reciente del Ministerio de Igualdad. La cadena de errores comenzó con la Ley Trans, promulgada el 28 de febrero de 2023, que omitió la inclusión de las víctimas de violencia sexual en los supuestos de despidos nulos, a pesar de que la Ley de Garantía de la Libertad Sexual aprobada unos meses antes sí lo estipulaba. En junio de 2023, el Ministerio de Trabajo trató de ampliar las protecciones frente al despido a los trabajadores que solicitaban o disfrutaban de una adaptación de jornada para conciliar la vida laboral y familiar, incluyéndolos entre los casos de despidos nulos, tanto por causas objetivas como disciplinarias.
La adaptación de jornada
La adaptación de jornada, que permite una mayor flexibilidad horaria, cambios de turno o incluso teletrabajo para facilitar la conciliación familiar, estaba blindada frente al despido desde entonces. No obstante, la Ley de Paridad, al ser redactada con base en el texto anterior a esta modificación, ha eliminado inadvertidamente esta protección. Desde mañana, el despido de un trabajador con jornada adaptada ya no se considerará automáticamente nulo, lo que supone una vulnerabilidad adicional para aquellos que buscan conciliar su vida personal y profesional.
Ante la gravedad de la situación, el Ministerio de Igualdad se ha apresurado a reconocer su error. Por su parte, el Ministerio de Trabajo ha calificado el problema como un "error técnico desafortunado" y ha asegurado que se corregirá en cuanto sea posible, probablemente en la primera ley que logre aprobarse en el Parlamento. Sin embargo, mientras esto ocurre, los trabajadores afectados por esta laguna legal se encuentran en una situación de mayor indefensión.
A pesar de todo, tanto expertos jurídicos como fuentes del Ministerio de Trabajo han insistido en que este error no debería dejar completamente desprotegidos a los trabajadores con jornadas adaptadas.
Además, el Ministerio de Trabajo ha anunciado que la Inspección de Trabajo vigilará con especial atención cualquier despido que pueda estar motivado por la solicitud o disfrute de una adaptación de jornada. Desde el departamento que dirige la vicepresidenta Yolanda Díaz, han asegurado que la Inspección utilizará "todas sus facultades con el máximo rigor" para evitar cualquier discriminación en el ámbito laboral. En este sentido, los trabajadores despedidos, o los comités de empresa que los representen, pueden acudir a la Inspección si sospechan de un abuso. También puede ser el propio juez, en un juicio por despido, quien informe a la Inspección, o esta última actuar de oficio en caso de despidos colectivos.
Sanciones por este tipo de despidos
Las sanciones para las empresas que incurran en este tipo de discriminaciones no son menores: las multas pueden oscilar entre los 7.701 euros y los 225.000 euros, dependiendo de la gravedad del caso. Sin embargo, el daño causado por este error legislativo ya está hecho, y solo el tiempo dirá cuántos trabajadores se verán afectados por esta situación antes de que el Gobierno logre subsanar su equivocación.
En definitiva, este incidente subraya la importancia de una cuidadosa redacción legislativa y la necesidad de prever los efectos colaterales que pueden surgir cuando se modifican leyes interrelacionadas. Mientras tanto, los trabajadores que buscan conciliar su vida personal y profesional tendrán que lidiar con una mayor incertidumbre hasta que se rectifique este desliz legal.