Paraíso fiscal o dumping. Cualquiera de estas dos recetasson el sueño las grandes fortunas, los partidos de la derecha y de las grandesempresas. La crisis generada por el Covid19 y la destrucción de buena parte deltejido productivo es la oportunidad que han vista para generar presión desde laclase trabajadora sobre el Gobierno para que se reduzcan totalmente las tasasimpositivas para los que más tienen.
El presidente del Partido Popular, Pablo Casado, haprometido en múltiples ocasiones una «revolución fiscal» basada en una bajadaradical o la eliminación de impuestos que, casualmente, son los que más afectana los millonarios y a las grandes empresas. Por otro lado, ha llegado aplantear como condición que cualquier acuerdo con el Gobierno debe pasar por lareducción impositiva.
Por su parte, la patronal está reclamando, como receta parapoder hacer frente a la crisis del Covid19, una rebaja fiscal y del pago de lascotizaciones a la Seguridad Social. No plantean, por ejemplo, cumplir con eldeber de pagar impuestos que tiene cualquier persona física o jurídica, sinoque su sueño es no aportar nada al Estado.
En otro orden, a lo largo de esta semana, se ha conocido laexistencia de un movimientode varios multimillonarios de todo el mundo en el que pedían pagar másimpuestos, como un elemento de responsabilidad hacia la humanidad y ofrecer unaparte de sus patrimonios económicos al resto de la humanidad para hacer frentea las consecuencias de la pandemia. Al consultar la lista de millonarios, nosorprende a nadie que ninguno tenga nacionalidad española. Ahí no están niAmancio Ortega ni Ana Patricia Botín, que tienen siempre como órganos depropaganda a determinados medios de comunicación que realizan verdaderascampañas de marketing para vender la imagen de estos millonarios cada vez quehacen alguna donación. Sin embargo, cuando se trata de pagar impuestos, noaparecen.
Diferentes economistas inciden en el hecho de que elescenario idílico para España es el que tienen países como Holanda o Irlanda, Estadosque han hecho del dumping fiscal o de ser un paraíso fiscal encubierto labandera de su desarrollo.
Sin embargo, ¿hacer de España un paraíso fiscal atraeráempresas que generen empleo? Esto es lo que defienden las derechas, los ultras,las grandes fortunas y las multinacionales. Sin embargo, la realidad es que loúnico que se ganará será la domiciliación de sociedades para, por defecto,facturar desde aquí, como hacen las multinacionales tecnológicas en Irlanda yHolanda, pero no implantar sus fuerzas productivas en el país, lo cual, evidentemente,no generará empleo ni riqueza para las clases medias y trabajadoras.