La farsa del PP de Rajoy con la subida del 0,25% de las pensiones: desmontando el relato oficial de Feijóo

La reforma de Rajoy que castigó a los pensionistas y las mentiras de Feijóo sobre el IPC

27 de Enero de 2025
Actualizado el 28 de enero
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Feijoo y Rajoy

Las pensiones han sido durante años un tema central en el debate político español. Sin embargo, también han sido objeto de manipulaciones y mentiras por parte de algunos líderes políticos. Alberto Núñez Feijóo, actual líder del Partido Popular, ha intentado reescribir la historia reciente del sistema de pensiones en España, afirmando que los gobiernos de su partido siempre subieron las pensiones en función del IPC y que apoyaron su revalorización con el coste de la vida. Estas afirmaciones, repetidas en entrevistas y debates, no solo son falsas, sino que contradicen los datos públicos disponibles.

La reforma de las pensiones de 2013: un golpe al poder adquisitivo

Durante el mandato de Mariano Rajoy, el PP aprobó en 2013 una reforma del sistema de pensiones que desvinculó su revalorización del índice de precios al consumo (IPC). Con esta normativa, el aumento anual de las pensiones quedó limitado al 0,25% mientras el sistema de la Seguridad Social fuera deficitario, lo que se tradujo en pérdidas significativas del poder adquisitivo para millones de pensionistas.

Entre 2014 y 2018, a pesar de que la inflación fue positiva en algunos de esos años, las pensiones se incrementaron únicamente en un exiguo 0,25%. Por ejemplo, en 2017 y 2018, el IPC cerró con valores del 2% y 1,7%, respectivamente, lo que implicó una pérdida clara de poder adquisitivo para los pensionistas. A pesar de ello, Feijóo insiste en defender que el PP subió las pensiones conforme al coste de la vida, algo desmentido por los propios datos oficiales.

Las mentiras de Feijóo sobre el IPC y el supuesto apoyo del PP

En un reciente debate, Feijóo afirmó que su partido había votado a favor de revalorizar las pensiones con el IPC. Sin embargo, esta declaración es también falsa. En diciembre de 2021, cuando se aprobó la Ley de Garantía del Poder Adquisitivo de las Pensiones, que recuperó el IPC como referencia para las subidas, el PP votó en contra. Lo mismo sucedió con los presupuestos que incluían partidas para la revalorización de las pensiones en 2023: el PP también rechazó dichas cuentas.

Feijóo intentó justificar sus afirmaciones aludiendo a una moción presentada en el Senado en la que su partido apoyó la revalorización de las pensiones. No obstante, una moción carece de rango de ley y no tiene ninguna aplicación práctica, lo que desmiente cualquier intención real del PP de garantizar dicha revalorización.

El mito de la inflación negativa y las subidas del 0,25%

Otra de las grandes falacias que se han difundido es que las subidas mínimas del 0,25% durante el gobierno de Rajoy se debieron a la inflación negativa. Si bien es cierto que hubo ejercicios con IPC negativo, como en 2015 (-0,5%), también hubo años con inflación positiva en los que los pensionistas vieron cómo sus prestaciones seguían congeladas en el 0,25%. Esto sucedió, por ejemplo, en 2017 (IPC del 2%) y 2018 (IPC del 1,7%), demostrando que la reforma de 2013 castigaba a los pensionistas incluso en contextos de inflación al alza.

Las consecuencias de la reforma de 2013

El índice de Revalorización de las Pensiones (IRP), introducido por Rajoy, no solo desvinculó las pensiones del IPC, sino que también consolidó un modelo que incentivaba el deterioro del poder adquisitivo. Según estudios recientes, esta reforma provocó que los pensionistas perdieran una media de 670 euros anuales entre 2014 y 2018. Además, el factor de sostenibilidad, también impulsado por el PP, pretendía reducir las nuevas pensiones de jubilación en función del aumento de la esperanza de vida, aunque su aplicación fue finalmente retrasada hasta 2023 debido a la presión social y política.

La manipulación de los datos por parte del PP

A lo largo de los años, el PP ha intentado justificar sus políticas de pensiones con cifras infladas o manipuladas. Rajoy afirmó en varias ocasiones que las pensiones representaban el 40% del presupuesto del Estado, cuando en realidad esta cifra incluía partidas no relacionadas directamente con las pensiones, como los subsidios por maternidad o los intereses de la deuda pública. Este tipo de declaraciones contribuyó a generar un clima de miedo respecto a la sostenibilidad del sistema público de pensiones.

La presión social que frenó los recortes

La aprobación de la reforma de 2013 y las sucesivas subidas mínimas del 0,25% desencadenaron masivas protestas en toda España. Miles de pensionistas salieron a las calles para denunciar el progresivo empobrecimiento de este colectivo y exigir una revalorización justa de las pensiones. Estas movilizaciones lograron poner el debate en el centro de la agenda política y forzaron a los partidos a replantear sus posturas.

Hoy en día, las pensiones vuelven a estar ligadas al IPC gracias a las reformas impulsadas por el actual Gobierno de coalición. Sin embargo, el legado de la reforma de 2013 sigue generando desigualdades y carencias en el sistema. Además, el discurso del PP sigue basándose en falsedades para intentar justificar su voto en contra de medidas que benefician directamente a los pensionistas.

Desmontar estas mentiras no solo es una tarea necesaria para proteger el sistema público de pensiones, sino también para garantizar que el debate político se base en hechos y no en manipulaciones. El futuro de millones de jubilados depende de un sistema justo, sostenible y blindado frente a los intereses partidistas que han demostrado no priorizar el bienestar de los ciudadanos.

 

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