El pasado mes de enero Diario16 publicó, haciéndose eco deuna noticia de Bolsamanía, que,dentro de los acuerdos entre el PSOE y el PNV para la investidura de PedroSánchez, se pudo haber incorporado una condición: la fusión del BBVA conBankia, de la que el Estado es el máximo accionista, con José IgnacioGoirigolzarri como presidente. Los nacionalistas vascos pretendían devolver aBilbao la sede social del banco. Este compromiso no se puso por escrito y en élel PNV quería aprovecharse de la debilidad del BBVA y fusionarlo con Bankia, unacuerdo que contentaría, según Bolsamanía, al propio gobierno, al Banco deEspaña, al BCE y a Bankia.
Aunque es una operación de difícil encaje, Sánchez habríadado su palabra de «empujar la fusión», a pesar de que el Estado no puedeintervenir en los nombramientos de entidades privadas ni forzar una fusión.
Además, existirá una clara oposición por parte del propioBBVA, cuyo Consejo de Administración tiene mayoría de personas afines aFrancisco González, es decir, contrarias al «clan de Neguri». Sin embargo, elBCE estaría de acuerdo con la operación, en base a su política de incentivaciónde fusiones y, a pesar de que también estaría de acuerdo con la unión delSantander y el BBVA.
Sin embargo, además de los factores económicos, esta fusióntiene un componente social y de interés general para España y su ciudadanía. Enel año 2012 el Estado rescató a la banca, principalmente a las antiguas cajasde ahorro, que, según el Banco de España, ha tenido un coste para las arcaspúblicas de 65.725 millones de euros. De esta cantidad sólo se han recuperado4.477 millones, según se indica en el siguiente cuadro:

Luis de Guindos llegó a afirmar en sede parlamentaria queese rescate no tendría ningún coste para las arcas públicas y que serían losbancos los que lo pagarían, Sin embargo, el FROB ha reconocido en variasocasiones que no se recuperarán, al menos, 40.000 millones de euros.
Bankia recibió una inyección de 24.069 millones, de los quese espera recuperar apenas 9.560 millones en base, principalmente, al valor del61% de la participación del Estado en la entidad presidida por José Ignacio Goirigolzarri.
El buen trabajo de gestión realizado por el banquero vasco,el posicionamiento de Bankia y, sobre todo su pasado en el BBVA, le colocan enuna buena posición para presidir a la entidad que se formaría con la fusión.
Respecto al interés del Estado y, por tanto, de laciudadanía, para recuperar el dinero inyectado en la entidad producto de lafusión de, entre otras, CajaMadrid y Bancaja —las cajas «estrella» del PP de laComunidad de Madrid y de la Comunidad Valenciana— la fusión con el BBVA escrucial porque, el valor de las acciones del Estado aumentará dado el volumendel banco resultante.
Una operación de este tipo, por más que pueda afectar a AnaPatricia Botín y al Santander, es beneficiosa para el resto del pueblo porquese unirán dos entidades con verdaderos profesionales de la banca al frente yque tienen clara cuál es la función económica y social del sector financiero.
Esta fusión, manteniendo el Estado su participación enBankia, hará que el valor en bolsa suba y, llegado el momento de la venta dedichas acciones, la recuperación del dinero del rescate podrá ser un efecto.Hay que tener en cuenta que el FROB tenía prevista esa venta en el año 2021pero, con el precio actual, sería imposible.
Por otro lado, la operación acabaría definitivamente con laguerra interna existente en el BBVA entre los «herederos» de FranciscoGonzález, que se han encontrado de rebote con las contrataciones a Villarejo, yel «clan de Neguri». La recuperación de la esencia vasca de la segunda entidadfinanciera de España es muy importante para el desarrollo del sector financieroespañol y, sobre todo, para evitar que la segunda entidad financiera se fusionecon el Santander, lo que sería una catástrofe para España, para la UniónEuropea y para Latinoamérica.
Esta posible fusión influye, además, en el Santander, puestoque la unión de la segunda y la cuarta entidad financiera de España amenazaría seriamenteel liderazgo del banco presidido por Ana Patricia Botín del sector en España,además de que tendría que compartir la categoría de banco sistémico global conotra entidad española. Por otro lado, esta fusión convertiría a la entidadresultante en la que más activos tendría en España (578.907 millones de eurosfrente a los 344.831 del Santander). ¿Permitirá esta operación Ana PatriciaBotín o volverá a tirar de agenda para que Europa y España le solucionen «lapapeleta» una vez más? El tiempo lo dirá.