La economía de la España de Pedro Sánchez tiene algunas luces y muchas sombras. Son, precisamente, las cifras oficiales, las que publican los propios organismos dependientes del gobierno, las que lo determinan. Mientras los aparatos de propaganda sanchista y monclovita no paran de repetir del mantra de que España es la economía que más crece de Europa y entre las que más crecen del mundo, la realidad de la calle es muy diferente.
La macroeconomía va bien, pero la macro no da de comer. No hay más que comprobar los alarmantes datos que ofreció la semana pasada la Comisión Europea, en los que alertaba a la España de Pedro Sánchez por sus insultantes cifras sobre pobreza y por la ineficacia de los programas sociales.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha publicado hoy su informe de Contabilidad Nacional referidas al tercer trimestre de 2024 y, aunque el titular parece bueno, hay otras cifras que demuestran que no hay razón para tanto triunfalismo.
Según el INE, el Producto Interior Bruto (PIB), medido en términos de volumen, aumentó un 0,8% en el tercer trimestre respecto al trimestre anterior. Esta tasa fue similar a la del segundo trimestre de 2024.
La demanda nacional contribuyó con 1,0 puntos al crecimiento intertrimestral del PIB. Por su parte, la demanda externa aportó -0,2 puntos.
Por agregados de demanda, el gasto en consumo final de los hogares creció un 1,2% y el de las Administraciones Públicas un 2,5%. Por su parte, la formación bruta de capital registró una variación del -0,9%.
Las exportaciones de bienes y servicios presentaron una tasa intertrimestral del 0,4%, similar a la del segundo trimestre. Por su parte, las importaciones registraron una variación del 0,9%, con un incremento de cinco décimas respecto al trimestre precedente.
Por el lado de la oferta, todos los grandes sectores presentaron tasas positivas en su valor añadido, salvo la construcción.
Las ramas industriales crecieron un 0,2% intertrimestral. Dentro de las mismas, la industria manufacturera desaceleró su tasa en 1,6 puntos respecto al trimestre precedente, hasta un crecimiento próximo a cero.
El valor añadido bruto de la construcción disminuyó 1,5% intertrimestral, 2,2 puntos menos que en el trimestre anterior. Y el de los Servicios se desaceleró una décima, hasta el 1,0%.
Por su parte, las ramas primarias registraron una variación intertrimestral del 1,1%, frente al -2,6% del trimestre anterior.
La variación interanual del PIB fue del 3,3% este trimestre, una décima más que la del trimestre precedente. La demanda nacional contribuyó con 2,8 puntos al crecimiento interanual del PIB. Por su parte, la demanda externa aportó 0,5 puntos.
Por agregados de demanda, el gasto en consumo final de los hogares se aceleró solo un 0,4%, al presentar una tasa del 3,0%, y el de las Administraciones Públicas creció un 5,1%, un punto más que en el trimestre precedente.
Por su parte, la formación bruta de capital registró una variación del 0,7%, siete décimas inferior a la del trimestre anterior.
Las exportaciones de bienes y servicios presentaron una tasa interanual del 4,3%, lo que supuso dos puntos más que en el segundo trimestre. Por su parte, las importaciones registraron una variación del 3,2%, con un aumento de 2,4 puntos respecto al trimestre precedente.
Desde la óptica de la oferta, todos los grandes sectores de actividad presentaron tasas interanuales positivas. Así, el valor añadido bruto de las ramas industriales aumentó un 4,0%, y dentro de las mismas, la industria manufacturera lo hizo en un 4,4%.
El valor añadido bruto de la construcción aumentó un 2,4% respecto al tercer trimestre de 2023, el de los Servicios un 3,5% y el de las ramas primarias un 8,3%.
El PIB a precios corrientes aumentó un 6,8% interanual, tres décimas más que en el trimestre precedente. En tasa intertrimestral, se incrementó un 1,3%.
El deflactor del PIB subió un 3,3% interanual, tasa sólo una décima superior a la del trimestre anterior. En tasa intertrimestral, se incrementó un 0,5%.
En cuanto a las rentas, la remuneración de los asalariados creció un 7,3% en tasa interanual, con aumentos del 2,4% del número de puestos equivalentes a tiempo completo de asalariados y del 4,8% de la remuneración media por puesto equivalente a tiempo completo. En tasas intertrimestrales, la remuneración total se incrementó un 1,8% y el número de puestos equivalentes a tiempo completo de asalariados un 1,1%. La remuneración media tuvo un crecimiento del 0,7%. Sin embargo, estas cifras no tienen equivalencia con las publicadas por el SEPE o por la EPA.
Por su parte, el excedente de explotación bruto / renta mixta bruta se incrementó un 5,9% interanual, cinco décimas menos que en el segundo trimestre. En tasa intertrimestral, el excedente creció un 0,1%.
Finalmente, la cuantía devengada en impuestos sobre la producción y las importaciones netos de subvenciones registró un crecimiento interanual del 8,0%, frente al 0,8% del trimestre anterior. En tasa intertrimestral aumentó un 4,0%.
Sin embargo, en lo que suponen «las cosas del comer», los datos muestran una realidad muy poco clara. El número de horas efectivamente trabajadas disminuyó un 1,4% respecto al trimestre anterior.
Los puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo sólo han aumentado un 1,9% en tasa interanual, dos décimas menos que en el trimestre precedente. En términos intertrimestrales crecieron un 0,9%.
Por su parte, la productividad por puesto de trabajo equivalente a tiempo completo registró este trimestre una tasa interanual del 1,4%, y la productividad por hora efectivamente trabajada, del 2,5%. En términos intertrimestrales estas tasas fueron del -0,1% y del 0,6%, respectivamente.
El «secreto» de Sánchez está claro: gastar el dinero público y, de ese modo, hacer crecer el PIB. Sin embargo, eso no está dando los frutos esperados, sobre todo en lo referente al mercado laboral, tal y como se demuestra todos los meses con los datos del SEPE. De la macro no se come, pero da muy buenos titulares para los órganos de propaganda.