La avaricia empresarial es el principal impulsor de la elevada inflación

21 de Abril de 2022
Actualizado el 02 de julio de 2024
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Dinero Avaricia empresarial

A medida que los diferentes gobiernos occidentales publican sus informes mensuales sobre los índices de precios al consumo, la realidad y diferentes informes independientes muestran cómo las principales empresas de casi todos los sectores han utilizado la pandemia y la guerra de Ucrania como una excusa para aumentar sus beneficios y los de sus grandes accionistas a expensas de las clases medias y trabajadoras que ven cómo se van empobreciendo en la misma medida que los ultrarricos se enriquecen.

Esta codicia documentada explica cómo los beneficios corporativos antes de impuestos han logrado dispararse un 25% año tras año a más de 10 billones de euros, el mayor aumento anual desde 1976.

Durante estos últimos meses, los principales ejecutivos de varias de las principales empresas del mundo, incluidas las grandes compañías petroleras, han sugerido que los desafíos de la pandemia y la inflación no les han dejado más remedio que aumentar los costos para los consumidores en grados excesivos.

Sin embargo, tal y como publicamos en Diario16, muchas de estas mismas empresas se jactaron ante los inversores profesionales de haber obtenido beneficios adicionales sustanciales durante el último año, lo que cuestiona las afirmaciones de que los aumentos de precios solo están destinados a mantenerse al día con los costes externos.

Por ejemplo, en Estados Unidos, las tres principales corporaciones dentro de las principales categorías del CPI han aumentado los precios mientras obtuvieron al menos 151.000 millones de dólares en incrementos de beneficios respecto a los últimos resultados reportados. Estas mismas empresas han aumentado el gasto en dividendos a los grandes accionistas en 28.200 millones año tras año hasta un total de 140.600 millones.

Muchas grandes corporaciones afirman en ampulosos comunicados que sus incrementos excesivos de precios fueron necesarios para mantenerse al día con los costes externos, incluso cuando estas empresas informaron su año más rentable en casi cinco décadas.

Por otro lado, muchas de las mismas empresas que dicen que estaban en deuda con las fuerzas del mercado cuando subieron los precios presentaron miles de millones en beneficios adicionales, generosos dividendos para nuevos accionistas y grandes variables para sus directores ejecutivos. Ni cuadra ni cuela.

Cuando los precios que cobran las grandes empresas superan con creces el coste de hacer negocios, eso se llama codicia, simple y llanamente. Está claro que las corporaciones no han compartido la carga que las familias cotidianas han soportado durante la pandemia y la recuperación económica y, en cambio, han trasladado innecesariamente aún más costes a los consumidores.

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