La nueva Fiscalía Europea, que inició oficialmente su actividad el pasado 1 de junio, es el nuevo órgano independiente de la UE que va a revolucionar los sistemas de Justicia de los países miembros de la UE.
Entre sus funciones principales están la investigación, la acusación y enviar a juicio a las personas, empresas y organismos públicos (poder judicial incluido) que atenten contra los intereses de la Unión Europea. Uno de los puntos más fuertes se encuentra en la persecución de los delitos relacionados con el sector financiero. Entre los fundamentales son los diferentes tipos de fraude, el blanqueo de capitales y la corrupción.
Acuerdo con Europol
Para realizar una labor tan ambiciosa, se hace necesaria la colaboración con los sistemas policiales de cada país miembro. Sin embargo, la nueva Fiscalía ha decidido dar un paso más y firmó el pasado mes de enero un acuerdo de trabajo con Europol, la agencia europea responsable de la seguridad de la UE.
El acuerdo entre los dos organismos ya está a pleno rendimiento, no en vano se espera que en los próximos días se abran más de 3.000 expedientes por diferentes tipos de fraude, la gran mayoría realizados a través de entidades financieras.
Se trata de instrumento legal que establece relaciones de cooperación entre Europol y la Fiscalía Europea dentro de los límites de sus respectivos marcos legales y mandatos. La cooperación existirá principalmente mediante el intercambio de información entre las dos partes en relación, por ejemplo, con conocimientos especializados o procedimientos de investigación penal, pero también mediante la participación mutua en actividades de formación, así como la prestación de asesoramiento y apoyo en investigaciones penales individuales.
La fiscal general de la UE, la rumana Laura Kövesi, ha afirmado que «para que la Fiscalía Europea sea realmente eficaz y tenga éxito en llevar a los delincuentes ante la Justicia, tenemos que trabajar en estrecha colaboración con nuestros socios encargados de hacer cumplir la ley en la UE. Como centro de información criminal de la UE, Europol desempeñará un papel clave en esto y nos beneficiaremos mutuamente de una sólida relación de trabajo. Nuestra cooperación con Europol es una herramienta estratégica para luchar mejor contra quienes intentan robar el dinero de los ciudadanos europeos».
Por su parte, Catherine de Bolle, directora ejecutiva de Europol, ha señalado recientemente que «para que la UE funcione con eficacia, es fundamental que los delitos que afecten a los intereses financieros de la UE sean enjuiciados y llevados ante la Justicia. En este sentido, la asociación que se está estableciendo entre Europol y la Fiscalía Europea es fundamental».
El blanqueo de capitales
España, tal y como publicó Diario16, está en medio de la polémica por el sobreseimiento provisional por parte del juez Santiago Pedraz del caso de blanqueo de capitales que afecta a Banco Santander, BNP y HSBC.
Sin embargo, muchos ciudadanos se hacen la pregunta de por qué las grandes organizaciones financieras globales, entre las que se encuentran los principales bancos españoles, continúan realizando importantes operaciones de blanqueo de capitales. Según hizo público el ICIJ, sólo 5 grandes bancos movieron más de 2 billones de euros de dinero negro desde Estados Unidos a todo el mundo desde 1999 a 2017, según los documentos depositados por las propias instituciones financieras en el FinCEN, la Red de Aplicación de Delitos Financieros dependiente del Departamento del Tesoro.
Este es uno de los puntos clave en los que se centrará la nueva Fiscalía de la Unión Europea. Entre sus funciones está la investigación de estos delitos de manera absolutamente independiente de los sistemas judiciales de los Estados miembros, garantizando la total independencia de sus decisiones.
La afición judicial española por salvar a la banca
Además, entre sus atribuciones se encuentra el traslado de una instrucción a otro país si detecta que no existe independencia judicial. En España, esto afecta directamente a determinadas secciones de audiencias provinciales, a algunos juzgados centrales de instrucción de la Audiencia Nacional o a la Sala Primera del Tribunal Supremo, órganos judiciales tan aficionados a dictar resoluciones favorables a los presuntos delitos cometidos por la banca que entran dentro de la jurisdicción de la nueva Fiscalía Europea.
No sería de extrañar que a partir de ahora causas relacionadas con el Santander, por ejemplo, sean trasladadas a países en los que el banco cántabro no tiene presencia para garantizar, de este modo, la independencia de la instrucción y evitar que haya directivos que, presuman de que controlan a la Justicia.