Natalie Mayflower Sour Edwards es una verdadera heroína, un ejemplo de cómo la honestidad se antepone a intereses personales. Sin embargo, la han convertido en una criminal, como suele pasar con los denunciantes y los alertadores de corrupción.
Ella fue funcionaria del Departamento del Tesoro. En concreto, fue asesora principal de la Red de Ejecución de Delitos Financieros, hasta que fue detenida. El presunto «delito» por el que ha sido condenada a seis meses de cárcel fue el de filtrar documentos bancarios confidenciales a un periodista. Esto provocó una investigación mundial sobre los flujos de dinero ilícito: los Archivos FinCEN que fueron publicados por BuzzFeed News y el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés).
Edwards filtró los llamados informes de actividades sospechosas, documentos altamente confidenciales que los bancos deben presentar a FinCEN cuando sospechan que un cliente está cometiendo un delito o moviendo dinero robado. La oficina y los datos financieros que recopila desempeñan un papel fundamental en la lucha contra el blanqueo de capitales.
Además de los seis meses de cárcel, la sentencia, dictada por el juez Gregory Woods del Distrito Sur de Nueva York, condena Natalie a tres años de libertad vigilada.
Ben Smith, actual columnista del New York Times y ex editor de BuzzFeed News, criticó duramente en un tuit la condena: «Esta mujer va a ir a prisión durante seis meses por su papel en revelar la corrupción financiera global sistémica e inspirar cambios legales en todo el mundo».
La sentencia es demoledora para los denunciantes o alertadores de corrupción. Y así lo demuestra un fragmento de la misma que señala que debía imponerse «un castigo justo» porque «ella abusó de una posición de confianza y violó una ley que estaba diseñada para detener a los criminales».
Natalie Edwards, la honestidad del ser humano
Sin embargo, gracias a la valentía Natalie, más de 100 medios de comunicación de todo el mundo pudieron publicar los Archivos FinCEN que revelaron la corrupción de la banca a escala global. Esa investigación ha sido tan importante que ha servido para que se implementen reformas muy importantes y acciones legales en los Estados Unidos, la Unión Europea y países de todo el mundo.
En su declaración en el juicio, Edwards se describió a sí misma como una denunciante de corrupción que recurrió a los medios de comunicación para exponer las malas conductas dentro de su oficina.
Ella creyó que los funcionarios del Departamento del Tesoro habían almacenado ilegalmente datos financieros confidenciales sobre ciudadanos estadounidenses y que es posible que FinCEN no hubiera brindado información completa al Congreso de los Estados Unidos para investigar, por ejemplo, la injerencia rusa en las elecciones de 2016.
Edwards se convirtió en fuente de un periodista porque creía que era imperativo exponer las irregularidades y ya había agotado todos los canales internos de denuncia de irregularidades.
Además, señaló que, antes de entregar la documentación a los medios de comunicación, había notificado a varias oficinas del gobierno federal sus revelaciones, sin que nadie hiciera ningún caso.
Sin embargo, el juez afirmó que, aunque Edwards pareció inicialmente estar impulsada por la denuncia de irregularidades, los registros que proporcionó a los medios cubrieron un alcance mucho más allá de sus preocupaciones iniciales. ¿Y qué importa si gracias a esos documentos se ha descubierto la mayor trama de corrupción bancaria de la historia? La Justicia, en demasiadas ocasiones, vive en un idilio tan permanente con las élites que se olvida de que una de sus máximas responsabilidades es la de acabar con la corrupción, venga de donde venga y tenga el dinero que tenga.
Natalie Edwards desveló una realidad permitida
Natalie Mayflower Sours Edwards es una denunciante valiente. Luchó para advertir al público sobre los graves riesgos para la seguridad nacional de Estados Unidos, primero a través de los canales oficial de denuncia de irregularidades y luego a través de la prensa. Lo hizo, porque su conciencia así se lo dictaba, a pesar del tremendo riesgo personal, porque creía que se lo debía a su país y al resto del mundo.
Los Archivos FinCEN filtrados por Natalie revelaron por primera vez, con detalles forenses, cómo los poderosos bancos globales se benefician a sabiendas de la corrupción y cómo las autoridades de todo el mundo permiten que florezca la economía oscura.
Edwards vio pruebas de irregularidades masivas a nivel mundial y arriesgó su libertad para concienciar tanto de la mala conducta como de los numerosos fracasos para frustrarla. Sus acciones y la publicación de dichos informes han provocado una reforma internacional sin precedentes.