Las locuras de Trump podrían causar una nueva crisis económica

En los mercados se nota una cierta desaceleración de la economía. Sin embargo, los liderazgos políticos deficientes, sobre todo si provienen de la mayor potencia mundial, pueden convertir las crisis moderadas en verdaderos cataclismos económicos a nivel global. La errática estrategia de Trump, un gobierno que hace aguas por la falta de personal, los distintos rangos de desaceleración de puntos clave del planeta y la falta de confianza de los mercados se pueden convertir en una bomba de dos toneladas de C4 a punto de estallar.Entre las principales compañías norteamericanas se ha aposentado un pesimismo en la situación económica que en estos días ha querido ser frenado por parte del Secretario de Hacienda de Trump, Steve Mnuchin, a través de llamadas telefónicas que pueden tener el efecto contrario al pretendido ya que generan una desconfianza mayor.Por otro lado, el nuevo enemigo de Trump es la propia Reserva Federal y en los últimos días ha pretendido despedir a su presidente, algo que es absolutamente ilegal.Todo ello es consecuencia del caos en que ha convertido Trump a su propia Administración, en vez de ser el punto de estabilidad que esperan tanto los mercados como los ciudadanos de los Estados Unidos…, y del resto del mundo. Todo es tan esperpéntico en la Casa Blanca de Trump que una economía que va sobre ruedas se puede transformar en la causa de una nueva crisis global como consecuencia del liderazgo errático del presidente.El mercado financiero se mueve, en ocasiones, basándose en rumores como, por ejemplo, el que hay empresas que están sobrecargadas de deuda por el movimiento de los intereses. El comportamiento inestable de los precios del petróleo también pone en alerta a las grandes compañías de Wall Street. Sin embargo, la mayor preocupación que tienen estos gigantes es la inestabilidad del propio presidente Trump y las medidas adoptadas sin tener en cuenta las consecuencias. Los mayores ejemplos los tenemos en la guerra comercial abierta con China o los movimientos geopolíticos en Europa.A diferencia de lo que ocurrió en 2.008, cuando el gobierno de Washington estaba compuesto por importantes economistas y legisladores económicos, ahora todo depende del último movimiento visceral de Trump.