- El BCE continuará con su expansión cuantitativa en las próximas reuniones y podría cambiar de estrategia en verano de 2017.
- La incertidumbre política, los cambios en la política impositiva y las tensiones en los países emergentes, foco de preocupación de los inversores.
- En el medio plazo, el crecimiento de la eurozona tendrá que venir acompañado por una continuación de políticas monetarias expansivas, así como de reformas estructurales y políticas fiscales.
En un entorno de tipos de interés reales negativos, y a pesar de los canales de liquidez oficial abiertos por la autoridad monetaria, los márgenes bancarios se están estrechando de forma significativa. Las entidades tendrán que buscar nuevas fuentes de rentabilidad y ese es uno de los grandes retos del sector. Esta es una de las principales conclusiones del I Encuentro Informativo ‘CUNEF Thinking’ en el que han participado Santiago Carbó, catedrático de Economía y coordinador del Área de Economía e Historia de CUNEF, y Carlos Salvador, profesor del Área de Economía e Historia de CUNEF.Santiago Carbó explicó que existen varios focos de preocupación para los inversores que pasan por “la incertidumbre política derivada del referéndum en Reino Unido, elecciones en España…cambios en la política impositiva y las tensiones políticas en algunos países emergentes como Brasil”. En este sentido, el catedrático de CUNEF señaló que “hay que tener en cuenta que el G20 tiene más trascendencia que el G7”.Para Carlos Salvador, profesor del Área de Economía y Política de CUNEF, “el BCE podría continuar con los estímulos monetarios a partir de septiembre, puesto que el crecimiento de la zona euro no termina de consolidarse y el riesgo de deflación sigue latente, pero es muy poco probable que rebaje de nuevo el tipo de interés (actualmente en el 0%)”. Salvador añadió que “la expansión cuantitativa del BCE podría continuar hasta el verano de 2017, donde se podría producir un cambio de estrategia”. De este modo, en los próximos meses, la FED y el BCE aumentaran su distancia con la aplicación de dos políticas monetarias totalmente opuestas, puesto que la Reserva Federal seguirá la línea de subida de tipos, alejada del incremento de los estímulos monetarios por el que apuesta el BCE.En todo caso, Santiago Carbó destacó que “los cambios en política monetaria son tan sutiles que sus efectos solo se notan en el largo plazo. Tenemos que volver a una cierta normalización para que el ahorro tenga rendimiento. En el caso de EEUU, la subida de tipos se puede interpretar como una forma de tener margen para volver a bajarlos si la situación económica empeora.”