La Comisión Europea está trabajando renovar el sistema tributario de la UE para introducir un reglamento único de impuestos a las grandes multinacionales. Este proyecto evitaría que los gobiernos europeos compitan entre sí para atraer a estas grandes corporaciones mediante la reducción de las tasas impositivas.
En los últimos diez años la Comisión ha presentado a los países varias propuestas que no han prosperado. La última reclamaba un frente común para gravar fiscalmente a las corporaciones en el país donde generan ingresos en lugar de donde establecen su sede o están domiciliadas. Casualmente, las multinacionales eligen para establecer su matriz en Europa los países con las tasas impositivas más bajas y, desde ahí, facturar al resto.
Además se incluirán procedimientos para que los países dispongan de las herramientas más eficaces para eliminar las empresas fantasma que son clave para la evasión de impuestos.
Según el comisario de Comercio, Valdis Bombrovskis, «las reglas fiscales de la Unión deben apoyar una recuperación inclusiva, ser transparentes y cerrar la puerta a la evasión fiscal».
Por su parte, la presidenta de la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Europarlamento, Irene Tenagli, analizó la nueva propuesta como el mejor modo de apoyar una recuperación económica justa en la UE tras la pandemia. «No se puede respaldar de forma adecuada la recuperación con un sistema que permite que se pierdan cientos de miles de millones de euros en ingresos fiscales potenciales debido a la evasión y el fraude», afirmó Tenagli en un encuentro con la prensa.
Los paraísos fiscales europeos: el gran escollo para la justicia fiscal
Sin embargo, a pesar de las buenas intenciones de la Comisión, existe mucho escepticismo sobre el alcance final de la propuesta y sus posibilidades de ser aprobada por todos los Estados miembros. Surgen dudas sobre si la Comisión estará preparada para adoptar las medidas ambiciosas y radicales que son necesarias para frenar la elusión y la evasión fiscal de las multinacionales.
Cada año, Europa pierde más de 80.000 millones de euros por la evasión o elusión fiscal corporativa, según los cálculos de la Comisión. Esto es un problema para la UE dado que algunas de las jurisdicciones que atraen de forma agresiva a las multinacionales con impuestos muy bajos se encuentran en el corazón de Europa.
La Comisión está en una situación difícil porque las decisiones de la UE sobre impuestos requieren unanimidad, y varios de los Estados miembros de la UE, como Países Bajos, Luxemburgo e Irlanda, continúan comportándose como paraísos fiscales, lo que hace indicar que se opondrán.
La Comisión, a rebufo de la OCDE
Las medidas que pretende adoptar la Comisión Europea siguen una iniciativa de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) que, de aprobarse, establecerá una tasa impositiva mínima para las empresas multinacionales de todo el mundo.
A principios de este año, la Administración Biden propuso establecer una tasa impositiva mínima global del 21% para las corporaciones. Los ministros de Economía de Francia, Alemania y otros países de la UE respaldaron el plan. Sin embargo, el Reino Unido se niega a hacerlo .
La reforma de la Comisión Europea no afectaría a los impuestos corporativos nacionales. Las ganancias y pérdidas de las empresas de su actividad europea se sumarían y la ganancia neta se distribuiría a los países individuales.
Sin embargo, el papel político de la comisión puede hacer que los esfuerzos de reforma fiscal sean tensos y corran el riesgo de alienar en su contra a algunos Estados miembros. Al insistir en la implementación a través de una directiva, la comisión corre el riesgo de empoderar a los paraísos fiscales de la UE para que se resistan, a nivel de la UE, a un acuerdo global de impuestos mínimos al que no pudieron resistir a nivel de la OCDE o del G20.
Por tanto, la única esperanza que tiene la Comisión de aprobar su agenda fiscal europea se encuentra en que países de la OCDE acuerden el acuerdo fiscal global y, de este modo, evitar el veto de los paraísos fiscales de la UE.