Las ganas de veranear están por encima del miedo al virus o del cansancio ante las medidas de seguridad aplicadas en los aeropuertos y estaciones de trenes. Así lo demuestra el aeropuerto de Palma de Mallorca que ha registrado el pasado fin de semana un 10% menos de vuelos que en las mismas fechas de hace 2 años, cuando todavía no soñábamos con la que se avecinaba.
Alta ocupación
Mallorca recupera la alegría y alcanza cotas prepandemia con un 70% de ocupación de las plazas hoteleras disponibles. Hay quienes hablaban de aprovechar el momento para apostar por un turismo menos masificado, pero de momento la noticia no puede ser mejor para los habitantes de la isla que viven en su mayoría del turismo.
Turismo nacional
Pilar Rocha trabaja en la cadena Barceló hoteles donde desempeña la función de gestora de cobros y de grandes cuentas.”No esperábamos tanto turismo nacional”, señala y continúa indicando la procedencia de la mayoría de viajeros: “Alemania e Inglaterra son los principales países que nos visitan”. Los datos son tan buenos que nadie se lo esperaba. “Ni en nuestras mejores previsiones contábamos con tantos visitantes”, continúa la gestora de cobros de Barceló.
Todo incluido
Pero por otro lado, está el imposible -o al menos complicado- sueño de mejorar la calidad del turismo que visita las islas. “No puede ser que tú vengas con un todo incluido por 80 euros y una vez aquí puedas desmadrarte y tratar el entorno como si fuera basura”, confiesa indignada Pilar Rocha y prosigue manifestando su apoyo a la búsqueda de un turismo más respetuoso, “El turismo de calidad beneficiaría principalmente a la isla y en general a toda España”, concluye. Además, adaptarse a este tipo de turismo es algo que ya contemplan las cadenas hoteleras hartas de luchar por abaratar los precios: “Dentro de la cadena tenemos varios estores y hay un sector que se dedica más al turismo de calidad”, explica la experta. Sea como sea y viniendo de donde venimos la alegría en el sector es manifiesta.