Mapfre, Chubb y Tokio Marine, tres de las principales aseguradoras del mundo, están respaldando la mayoría de las perforaciones de petróleo y gas en alta mar de Brasil. Así consta en un informe publicado por la organización Insure Our Future, al que Diario16 ha tenido acceso.
Brasil, en particular Petrobras, planea expandir masivamente las operaciones de petróleo y gas en alta mar. Esto contradice directamente el consenso científico sobre la necesidad de poner fin de inmediato a la expansión de los combustibles fósiles. Según la ONU, hay que disminuir la producción de petróleo y gas en un 4 y un 3% respectivamente cada año. Sin embargo, Brasil planea expandir la producción de petróleo hasta en un 70% durante la próxima década como parte de su despiadado contractivismo. Al apoyar estos esfuerzos, las aseguradoras, al respaldar estos proyectos, están provocando una catástrofe climática.
«Es completamente absurdo que compañías de seguros internacionales como Chubb, Mapfre y Tokio Marine vengan a Brasil para apoyar a la industria de combustibles fósiles que extrae petróleo de algunas de las regiones más sensibles del planeta. La expansión del sector del petróleo y el gas, además de impedir que Brasil cumpla con los objetivos del Acuerdo de París, también tiene el potencial de impactar negativamente en la vida de millones de brasileños que ya se encuentran en situaciones vulnerables, como pescadores tradicionales, quilombolas y Gente indígena. Como un triste ejemplo, las comunidades afectadas por el derrame de petróleo más grande en la historia de Brasil, en 2019, aún no han recibido una compensación adecuada y aún encuentran restos de petróleo en sus territorios», denuncia el director para América Latina de 350.org, Ilan Zugman.
Gran parte de las reservas de petróleo en alta mar del país se encuentran en ecosistemas frágiles como el Gran Arrecife Amazónico , que se extiende más de 1000 kilómetros desde la desembocadura del río Amazonas hasta el Caribe y alberga muchas especies en peligro de extinción. Petrobras, asegurada por Chubb, Mapfre y Tokio Marine, posee numerosas concesiones en el área aún intacta cerca del arrecife. Liberty Mutual y Chubb aseguran las operaciones exploratorias de BP Energy en la región.
«El director ejecutivo de Chubb, Evan Greenberg, ha afirmado que está haciendo su parte 'como administrador de la Tierra'. Pero cualquier empresa que afirme preocuparse por el clima, la biodiversidad y los derechos humanos no puede asegurar la exploración y expansión de las reservas de petróleo en alta mar de Brasil. Para estar a la altura de su retórica de sostenibilidad, Chubb, junto con Liberty Mutual, Mapfre y Tokio Marine, deben descartar de inmediato el apoyo a proyectos de expansión de petróleo y gas en Brasil y en todo el mundo», ha afirmado Elana Sulakshana, de la organización Rainforest Action Network.
El derrame de petróleo de 2019 en el noreste de Brasil se extendió por la asombrosa cantidad de 3.000 kilómetros, cubriendo playas y manglares y matando corales, peces, tortugas, ballenas y aves. Diezmó las economías locales, que dependen de la pesca artesanal y el turismo. Los quilombolas, los pueblos indígenas y los pescadores artesanales que dependen del océano han montado un impulso de décadas contra el petróleo y el gas en alta mar.
Los proyectos de petróleo y gas y sus derrames asociados no se llevarían a cabo si las compañías de seguros se negaran a apoyarlos. Las 35 aseguradoras que tienen cobertura restringida para el carbón ya han llevado a una cobertura reducida, primas elevadas y algunos proyectos que no obtienen cobertura en absoluto. Las aseguradoras pueden tener el mismo impacto en el petróleo y el gas, donde 10 aseguradoras controlan más del 70% del mercado.
Por su parte, Pendle Marshall-Hallmark, activista financiero y climático de la organización Amazon Watch, ha recordado que «Petrobras es una empresa corrupta de combustibles fósiles que permite aún más la cruzada genocida del gobierno brasileño para destruir a las personas y el planeta con fines de lucro. Asegurar o financiar la expansión de la industria de los combustibles fósiles en cualquier lugar, y especialmente en un lugar tan importante para la regulación climática mundial y los pueblos indígenas como el bioma amazónico, es una elección catastrófica que va en contra de la ciencia climática más reciente. Las aseguradoras y financieras de todo el mundo deben abandonar el petróleo y el gas del Amazonas de inmediato».