Nadia Calviño e Iván Redondo: ¿a quién quieren confundir?

03 de Junio de 2020
Actualizado el 02 de julio de 2024
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Calviño Gobierno

Ya va para dos años que Nadia Calviño fue nombrada ministra de Economía. Quiero recordar que en estas páginas la acogimos con la esperanza de que podía ser la mujer que desterrara definitivamente el entreguismo y la sumisión del Gobierno a los intereses de las clases dominantes. Sin embargo, su comportamiento y sus decisiones están demostrando que no es así, que no es más que el brazo ejecutor de las estrategias iniciadas por Luis de Guindos y la confidente gubernamental de Ana Patricia Botín.

Por no hablar de Iván Redondo, el asesor que no tuvoinconveniente en reunirse con los representantes del IBEX35 en una reuniónfuera de agenda, dela que Diario16 tuvo conocimiento y publicó una noticia en el mes de enerode 2019 que no fue desmentida ni confirmada a este medio por Moncloa.

La elección de Cani Fernández como candidata a presidir laComisión Nacional de la Competencia (CNMC) es un ejemplo más del continuismocon el PP que la señora Calviño está imponiendo en las políticas económicas yen el modo de regir la economía de este país, unos modelos que sonabsolutamente antitéticos con lo que debería aplicar un gobierno progresista,por más que les moleste a los gerifaltes del IBEX35. A lo mejor este anuncio hatenido que ver con lapublicación de hoy de Diario16 respecto a la inacción de la CNMV respecto ala ampliación de capital del Santander que, teóricamente, se utilizó para elBanco Popular.

La abogada Cani Fernández ha sido, durante muchos años, asesora de las grandes multinacionales y las grandes empresas, las representantes del capital más deshumanizado, en pleitos, precisamente, contra la CNMC. ¡Qué casualidad, que desgraciada casualidad! La letrada Fernández ha asesorado a corporaciones como Telefónica en la compra de Digital +, Enel y Endesa en su fusión, Acciona, Uber, Coca-Cola, Danone, Mediaset o Codorniu, etc. Por otro lado, esta actividad la desarrolló desde el despacho Cuatrecasas, uno de los grandes bufetes y en el que recaló Soraya Sáenz de Santamaría, por cierto, también recomendada en su momento por su amiga la presidenta del Santander.  

El error es de tal calibre que se hace imposible pensar que la elección no haya sido premeditada. La magnitud de este yerro sólo puede ser medida por la reacción de los partidos que, tradicionalmente, apoyan los intereses de las clases dominantes. Tanto el Partido Popular como Ciudadanos ya han mostrado su oposición porque «no da el perfil». ¿Es que no se han dado cuenta los dos neoliberales del gobierno de que no era ni el momento ni la persona adecuada? El PP utiliza esta situación para crear grietas internas en el Ejecutivo, sobre todo, por temor a que haya un mayor entendimiento del IBEX35, sobre todo el Banco Santander, con el gobierno. El Partido Popular podría llegar a pensar que Calviño le puede dar tanto al IBEX que considera que tendría un efecto negativo en el futuro ya que separaría los caminos del PP y del capital e, incluso, que éste llegara a prescindir del partido conservador. En consecuencia, temen que Calviño les dé a las clases dominantes todo lo que pidan y, claro, desde la derecha, tradicionalmente defensora de los intereses de los poderosos, eso no lo pueden permitir.  

Hace unas semanas ya escribí respecto a cómo la señora Calviñomantenía a representantes del PP en las presidencias de los principalesorganismos económicos del país: Pablo Hernández de Cos en el Banco de España,Sebastián Albella en la CNMV, Jaime Ponce en el FROB y José María Marín Quemadaen la CNMC. Me alegra que lea Diario16, señora Calviño, y que ya haya iniciado lasustitución de estas personas que, en vez de gestionar la economía de España,se han dedicado a hacer oposición o a aprobar medidas que están haciendo undaño terrible como, por ejemplo, la reapertura del mercado bursátil a lasoperaciones en corto. Sin embargo, la elección de Cani Fernández es mantener elespíritu de Luis de Guindos vivo en los organismos económicos.

Esto no era lo esperable de un gobierno realmenteprogresista. La elección de la ex abogada de Cuatrecasas es absolutamenteincoherente con lo que representa el actual Ejecutivo que, en teoría, deberíagobernar para el pueblo y no para las élites. Sin embargo, éstas estántranquilas porque ya tienen a su contrapeso tanto en el Consejo de Ministroscomo en el círculo más cercano del presidente. De ahí que se haya elegido a unapersona de «las suyas», no fuera que se escogiera a un hombre o una mujer decarácter claramente progresista que pusiera firmes a las grandes empresas ensus violaciones de las leyes de competencia.

Me extraña mucho que, por lo que sabemos, esta elección nohaya tenido una respuesta contundente por parte de los ministros y ministras deUnidas Podemos, sobre todo del vicepresidente segundo Pablo Iglesias. Elsilencio es el peor modo de ser connivente con los abusos de los poderosos yusted llegó a la política para terminar con las injusticias de las élites, comoharía un buen eurocomunista. ¿Cómo puede permitir, señor Pablo Iglesias, que seadopten este tipo de decisiones? El silencio también le convierte en cómplicede la perpetuación de la diabólica opresión financiera y económica. Lo mismopodría decir del señor Alberto Garzón, porque las decisiones que adopte la CNMCafectan directamente en su ministerio. ¿También va a permitir esto comopermitió, por incomparecencia, la subida de los precios de los productos básicosdurante los momentos más duros de la pandemia? Háganselo mirar. El poder es muypeligroso para los progresistas porque les acerca a las prebendas de lasélites. Ejemplos hay tantos a lo largo de la historia que no me queda más querecordarles a todos los ministros y ministras de Unidas Podemos una frase deAntonio Gramsci: «El presente momento histórico es de una gravedad indecible, susconsecuencias pueden ser gravísimas, hagamos de tal modo que se resuelva elmayor número posible de las cuestiones dejadas irresueltas por el pasado y quela humanidad pueda volver a emprender su camino».

Extraña también que los miembros socialistas del gobierno nose hayan rebelado ante esta decisión porque un error de este tipo, con lasgraves consecuencias que conlleva, no es coherente con las palabras de PabloIglesias Posse que aparecen en el carné de militante del PSOE: «Soissocialistas no para amar en silencio vuestras ideas ni para recrearos con sugrandeza y con el espíritu de justicia que las anima, sino para llevarlas atodas partes».

Y usted, señor presidente, ¿es que no se da cuenta de que leestán haciendo la cama desde dentro? ¿O es que se la están haciendo desde fuera?Las consecuencias de las políticas en manos de neoliberales las conocimos todosy todas durante la crisis del euro de 2012 donde se alcanzaron los niveles más elevadosde pobreza estructural desde la posguerra mientras crecía de manera exponencialel número de millonarios. Fíjese bien en quien deposita su confianza, no vaya atener que repetir las palabras de Julio César: «¿Tú también, hijo mío?».

Finalmente, señora Calviño, ¿a quién quiere confundir? Ustedes una representante más del neoliberalismo más deshumanizado y está suponiendoun lastre para que el gobierno progresista pueda aplicar las medidas que, porcoherencia con su ideología y su verdad, está obligado a implementar. Hastaahora, la gran mayoría de las decisiones adoptadas son positivas, sobre todoteniendo en cuenta la gravedad de la crisis que ha provocado el Covid19. Sinembargo, usted, en medio de la crispación de la oposición y de la incertidumbredel pueblo respecto a lo que está por venir, no se le ocurre otra cosa queproponer, de la mano de Iván Redondo, taly como publicamos en Diario16 hace unas horas, a una asesora del IBEX35,una representante de los lobbies jurídicos, para responsabilizarse del mercadode la competencia, en un momento en el que, por ejemplo, se prevén múltiplesoperaciones corporativas de fusión en la banca. ¿Acaso prevé que se puedarepetir otro caso Banco Popular en el que usted no ha hecho nada por las305.000 familias arruinadas para salvar al Santander? Señora Calviño,recapacite y, si ve que no puede aceptar unas políticas progresistas basadas enla justicia social, dimita y vuelva a Europa. Será su mejor servicio al puebloespañol y una desgracia para el IBEX35.

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